Con un crecimiento económico en 2016 del 3,2%., se ha alcanzado prácticamente el nivel de producción que había en 2008, ¡después de 9 años! y con una población activa de 18,5 millones, 2,5 millones menos que entonces. Así, hemos tenido una “década perdida” sin aumento de la producción, con un país más desestructurado, con más parados, con más desigualdad, con peores condiciones de trabajo y con menos salario.