Gritos y aplausos de éxtasis estallaron en todo el país cuando llegó la noticia de que Jeremy Corbyn había vuelto a conseguir una victoria decisiva para convertirse en líder laborista, con un mandato incluso mayor que en septiembre del año pasado. 313.209 militantes votaron por él, el 61,8% de los votos, frente al 59,5% del año pasado. Su rival Owen Smith, el candidato de la "unidad", obtuvo 193.229 votos, el 38,2%. La participación fue del 77,6%, en la que tomaron parte 506.438 afiliados y simpatizantes.