La Marcha de la Dignidad en Madrid el sábado 22 de marzo por “Pan, Techo y Trabajo” fue un enorme acontecimiento político. Tuvo las mismas características de masividad, euforia y combatividad que vimos en las movilizaciones de los “indignados”, de las “mareas”, de las huelgas generales, etc. La manifestación del 22M contó con la participación de cientos de miles de personas; probablemente, alrededor de un millón, venidas de todos los rincones del país. Ante tamaña demostración de fuerza, ¿qué hacer ahora?