El anuncio del Quinto Congreso Nacional Indígena y el EZLN, el pasado 14 de octubre, acerca de la posibilidad de impulsar, bajo un programa anticapitalista, a una mujer indígena como candidato independiente para las elecciones presidenciales del 2018 ha abierto un debate entre la izquierda en nuestro país. Para algunos marca el inicio de la construcción de una organización diferente, una alternativa a los Partidos burgueses existentes, para otros se trata de un error sectario que favorece al régimen. Hay que retomar los elementos positivos de ambas críticas -que por separado son unilaterales-para superarlas de forma dialéctica, en
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