Analisis

En septiembre de 2016, escribíamos en nuestro periódico: "Las presidenciales del 2017 no son unas elecciones normales, precedidas de una campaña normal". Ahora es tan evidente que incluso los "expertos" de los medios de comunicación lo han llegado a comprender. Para ello, tuvieron que renunciar a muchas de sus certezas. A veces uno de ellos estalla y grita: "¡No podemos prever nada!" Sus colegas en el fondo, no se atreven a contradecirlo: ellos también escribieron decenas de artículos sobre el "inevitable" duelo entre Sarkozy y Hollande (o Valls y Juppé, etc.), y luego sobre la victoria "casi segura" de François Fillon...

El día 6 de Marzo, los estibadores inician una huelga contra un decreto del Gobierno del PP que destruye hasta los cimientos los derechos sociales conseguidos con la organización y la lucha, y recogidos en convenios y leyes, como el Convenio 137 de la Organización Internacional del Trabajo, ratificado por España en 1973, para garantía y regularidad del empleo y las retribuciones mínimas de este colectivo de trabajadores.

La clase trabajadora del Estado Español ha aprendido más sobre la naturaleza del Estado en febrero de 2017 que si hubiera leído el clásico de Lenin El Estado y la revolución. La concatenación de noticias relacionadas con la Justicia vuelve a poner a las claras el funcionamiento de ésta al servicio de la clase dominante y cómo se usa para reprimir la disidencia y las luchas de la clase trabajadora.

Lenin Moreno, sucesor nombrado por el propio Rafael Correa, ha ganado las elecciones ecuatorianas con un amplio margen de ventaja sobre el segundo candidato más votado, el banquero Guillermo Lasso. Sin embargo hasta el momento no está claro si este triunfo será suficiente a evitar una segunda vuelta para la cual los principales partidos de la oposición excluidos del balotaje ya anunciaron su apoyo a Lasso.

"La fuerza del movimiento contemporáneo reside en el despertar de las masas y su debilidad reside en la escasa sensibilidad e iniciativa de los líderes revolucionarios"

La revolución bolivariana está en uno de sus puntos más bajos desde que el presidente Chávez ganó las elecciones de 1998. A la derrota electoral en las elecciones a la Asamblea Nacional de diciembre de 2015, se une el agravamiento de la situación económica y el impacto que la misma tiene sobre las masas del pueblo trabajador (la base y sustento de la revolución). Es hora de hacer un balance serio.

La victoria contundente de Pablo Iglesias y su lista en el congreso de Podemos, la Asamblea Ciudadana Estatal, ha sido un gran acontecimiento para millones de trabajadores y jóvenes del Estado español y, por extensión, para la izquierda española y europea.  Al mismo tiempo, es una gran derrota para la clase dominante y las fuerzas oscuras de la reacción, que se atrincheraron detrás de las tesis derechistas de Íñigo Errejón, con el vano deseo de propiciar un golpe desmoralizador a todo lo que hay de vivo y verdaderamente progresista en el país.

Con un crecimiento económico en 2016 del 3,2%., se ha alcanzado prácticamente el nivel de producción que había en 2008, ¡después de  9 años! y con una población activa de 18,5 millones, 2,5 millones menos que entonces. Así, hemos tenido una “década perdida” sin aumento de la producción, con un país más desestructurado, con más parados, con más desigualdad, con peores condiciones de trabajo y con menos salario.

Las movilizaciones de masas en EEUU contra el gobierno reaccionario de Donald Trump no han hecho más que comenzar, como lo prueban las protestas contra la prohibición de entrada de ciudadanos de 7 países de Oriente Medio, incluida la deportación de solicitantes de asilo, incluso de residentes de estos países. También tuvimos la orden de iniciar la construcción de un muro que separe EEUU de México para impedir la inmigración "ilegal" y la decisión de incrementar un 20% los aranceles a los productos mexicanos, lo que ha provocado también protestas en el país. En este artícuo, escrito en la semana posterior a la investidura de Trump nuestros camaradas de la CMI de EEUU trazan un cuadro muy

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Queremos dar a conocer a nuestros lectores las aportaciones políticas y organizativas presentadas por un conjunto de compañeros y compañeras de varios círculos territoriales de Podemos de diversas partes del Estado para la Asamblea Ciudadana de Vistalegre II. Dichos compañeros participan además en el círculo sectorial Podemos Socialismo y en nuestra corriente marxista Lucha de Clases. Adjuntamos aquí el conjunto de aportaciones en PDF y un índice de contenidos. 

La II Asamblea Ciudadana estatal de Vistalegre tiene una enorme transcendencia para Podemos y la izquierda española. No es casual que venga marcada por la polarización entre las posiciones de los compañeros Pablo Iglesias e Íñigo Errejón.