El 24 de agosto, Pavel Durov, multimillonario ruso propietario de la aplicación de mensajería encriptada Telegram, fue detenido por la policía francesa. Interrogado durante cuatro días, ayer fue trasladado a un tribunal y acusado de todos los cargos. Ahora, a la espera de juicio, ha quedado en libertad bajo fianza de 5 millones de euros, debe visitar a la policía francesa dos veces por semana y se le ha impedido salir de Francia. También hay una orden de detención contra su hermano, cofundador de Telegram.