Hace noventa años, el 21 de enero de 1924, Vladimir Lenin, el gran marxista y dirigente de la Revolución Rusa, murió a causa de complicaciones derivadas de un disparo de bala en un intento de asesinato anterior. Desde entonces, ha habido una campaña sostenida para calumniar su nombre y distorsionar sus ideas, en la que han participado desde historiadores y apologistas burgueses, a reformistas, liberales y anarquistas de diferentes tendencias. Su tarea ha sido la de desacreditar a Lenin, el marxismo y la revolución rusa, en interés de la dominación "democrática" de los banqueros y capitalistas.