El viernes 30 de diciembre, 2022, la jueza de distrito del sur de Florida, Beth Bloom, ordenó a cuatro compañías de cruceros con sede en Florida (Carnival, MSC SA, Royal Caribbean y Norwegian) a pagar casi 110 millones de dólares cada una en concepto de "daños y perjuicios" a Havana Docks, una empresa estadounidense que tenía una concesión de 1934 sobre varios muelles en el puerto de La Habana y que fue expropiada en 1960 por la revolución cubana. Esta decisión, la primera aplicación con éxito del Título III de la Ley Helms-Burton, puede tener un impacto devastador en la economía cubana y debe ser rechazada enérgicamente como un acto ilegal de matonismo imperialista.