El intento de la clase dominante para aterrorizar a las masas trabajadoras ha aumentado. La mayoría de ésta aparece decidida a tratar de marginar a su enemigo político. Los "medios", sirvientes de las grandes empresas, difunden diariamente propaganda típica de una guerra civil. El periódico marxista, Revolución, es el último objetivo, al ser atacado públicamente por el diputado de Nueva Democracia, Papathanasiou.