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En las calles de México han estallado protestas de masas contra el fraude electoral. La versión oficial de los resultados de la elección presidencial dio a Enrique Peña Nieto, el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) 38.21% de los votos, con el 31,59% para el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática PRD), y el 25,41% a Josefina Vázquez Mota, del conservador Partido Acción Nacional (PAN). El pequeño partido Nueva Alianza obtuvo 2,29%.

Los mexicanos hemos sido testigos de un fraude electoral, más, este último se ha operado por la vía de la corrupción de los sectores más atrasados de las masas en la forma de compra de votos y en la abierta construcción de una candidatura desde los medios mismos de comunicación. El conteo de los votos lo único que verificará es el resultado de este embuste.

La imposición del candidato de la derecha va a traer consecuencias muy importantes en todos los terrenos de la lucha de clases y las estructuras partidarias de nuestro país, los jóvenes y trabajadores, las amas de casa, no están dispuestos a simplemente aceptar la imposición de forma pasiva. Después del estado de shock inicial, por la forma que en que los medios el comunicación presentaron la información, ahora se ha convertido en rabia y ganas de luchar.

Millones de obreros y jóvenes alrededor del mundo han estado observando cuidadosamente los actuales acontecimientos en Grecia. Huelgas generales de 24 y 48 horas, manifestaciones de masas, los asedios al parlamento griego durante las votaciones por la austeridad son vistos con enorme simpatía y el papel del Partido Comunista de Grecia (KKE) en estos hechos es evidente para todo el mundo.

El candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohammed Mursi, ganó las elecciones presidenciales de Egipto con el 51,73% de los votos. Ahmed Shafiq, el candidato de las fuerzas armadas, obtuvo el 48,27%, según la comisión electoral. Sin embargo, estas cifras deben manejarse con precaución.

El conteo preliminar del Instituto Federal Electoral (IFE) y los medios de comunicación nacionales e internacionales ya han declarado al derechista Enrique Peña Nieto (EPN) candidato del PRI-PVEM como el triunfador de las elecciones presidenciales de México. Este resultado lo daban como un hecho indiscutible desde meses antes. Las elecciones eran solo un mero trámite para imponer a un nuevo gobierno que continuara con el plan de ataques a los trabajadores y que mantuviera los privilegios de la clase dominante. Pero lo que vivimos el día de ayer y durante la campaña electoral fue una decidida lucha de las masas, donde la juventud jugó un papel preponderante, buscando que las cosas

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Despues de la fracasada tentativa de golpe en Venezuela en el 2002 y las acciones de las bandas fascistas para desestabilizar al gobierno de Evo Morales en el 2008, despues del golpe realizado en Honduras en el 2009 y la también fracasada tentativa en el Ecuador en el 2010. Ahora, nuevamente, un gobierno electo por la voluntad popular es depuesto en America Latina atendiendo los deseos golpistas de la burguesía nacional e internacional.

La crisis griega se acerca a un salto cualitativo. Antes de las elecciones del 17 de junio se difundieron muchas palabras tranquilizadoras, pero todos saben que se están preparando los planes para la salida del euro en un intento por minimizar las consecuencias y echarle la culpa a la "irresponsabilidad" de los griegos.

Desde todo punto de vista, la huelga general fue un fracaso, como anticipábamos en nuestra declaración anterior. Y la movilización a Plaza de Mayo reflejó el limitado apoyo que encontró en la clase obrera el paro de la CGT. La realidad es que el paro encontró más simpatías públicas en la pequeña burguesía reaccionaria y en la oposición de derecha que en la clase obrera. La conclusión es clara: hay que tomar en serio a la clase obrera, cuya movilización no es una canilla que uno pueda abrir y cerrar a voluntad.

Los empresarios y los oligarcas de este país han decidido impulsar el regreso del PRI a la presidencia, han apoyado a su candidato mediante una millonaria campaña en los medios de comunicación. Han comenzado una campaña subterránea para lavarle la cara al PRI y a sus gobiernos anteriores. Bajo el slogan de un nuevo PRI renovado y reformado, pretenden imponer a Enrique Peña Nieto para mantener sus privilegios.