Hoy 13 de noviembre cientos de miles de estudiantes de educación secundaria y universidad han secundado la huelga general de estudiantes convocada por el Sindicato de Estudiantes. El seguimiento ha sido de un 90% a partir de 3º de la ESO en los institutos públicos y un 75% en la universidad pública. Decenas de miles de estudiantes han participado en más de 60 manifestaciones y concentraciones en todo el Estado. La inmensa mayoría de los estudiantes tanto de institutos como la universidad han respondido al llamamiento del Sindicato de Estudiantes.
La manifestación más numerosa ha sido la de Barcelona con 70.000 estudiantes y profesores, ya que en Catalunya USTEC y CGT también convocaban huelga de profesores en colegios e institutos. En Madrid participaron cerca de 30.000 estudiantes con una nutrida presencia tanto de estudiantes de institutos como de universidad. 5.000 estudiantes han salido a la calle tanto en Sevilla como en Valencia. 2.500 asistentes en Tarragona; 2.000 en Granada y en Zaragoza; 1.500 en Málaga (a pesar de que la delegación del gobierno ha tratado de ilegalizar la manifestación) y así hasta 60 localidades de todo el Estado desde Galicia hasta Murcia, pasando por Aragón, Extremadura o Canarias.
La movilización reivindicaba la defensa de la educación pública, frenar el endurecimiento de la selectividad y parar el Proceso de Bolonia, que implica entregar la universidad a las grandes empresas y expulsar de la misma a los hijos de los trabajadores.
Pero también para exigir que la crisis no la paguemos los hijos de los trabajadores. Ya hay cerca de tres millones de trabajadores en el paro y, mientras que el gobierno insiste en que no hay dinero para la educación o para la sanidad pública, regala 150.000 millones de euros a los banqueros. CCOO y UGT no pueden seguir de brazos cruzados y tienen que convocar ya una huelga general de 24 horas en defensa de los servicios públicos y el empleo.
La pelota está ahora en el tejado del gobierno. Los estudiantes hemos demostrado más que de sobra nuestro rechazo a la privatización de la educación pública. Instamos a Mercedes Cabrera y a Cristina Garmendia a que escuchen las reivindicaciones de los estudiantes y den un giro de 180º en su política: ¡Basta ya de ser sumisos con los grandes banqueros y capitalistas responsables de la crisis, y arrogantes con los jóvenes y trabajadores que estamos sufriendo el paro y la precariedad.
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