En defensa de la enseñanza pública y contra los planes de privatización
Que la crisis la paguen sus responsables, los capitalistas
Obreros y estudiantes unidos en la lucha por el socialismo
El sistema capitalista se encuentra afectado por una crisis de proporciones históricas. La recesión económica se extiende como una mancha de aceite por todo el planeta, afectando a todos los países, a todos los continentes y amenazando el presente y el futuro de millones de familias trabajadoras. Hasta el momento, todas las decisiones adoptadas por los gobiernos, sean del signo que sean, solo han tenido un beneficiario: la gran banca, los grandes monopolios y los grandes especuladores, los mismos responsables del caos económico y la crisis que padecemos. En pocas semanas se han aprobado planes de ayuda para destinar billones de euros a la gran banca, al tiempo que se destruyen millones de puestos de trabajo y se adoptan medidas para privatizar servicios públicos esenciales como la sanidad y la enseñanza.
Los firmantes de este manifiesto, organizaciones revolucionarias de estudiantes, consideramos que el responsable de esta hecatombe tiene nombres y apellidos: es el sistema capitalista, un sistema basado en la propiedad privada de los medios de producción y cuyo motor es la lucha por el máximo beneficio. Todas las decisiones adoptadas para sortear la crisis han revelado que la llamada "democracia" capitalista no es más que la dictadura del capital financiero y los monopolios. Un puñado de grandes capitalistas en todo el mundo, que nadie ha elegido, que nadie ha votado, rigen el destino de la humanidad. Esta oligarquía de intocables concentra un patrimonio equivalente a los ingresos de dos terceras partes de la población mundial y es la responsable de la precarización general que padece la juventud trabajadora, de la destrucción masiva de empleo, de los ataques a los gastos sociales en educación, sanidad y seguro de desempleo, y de la barbarie que condena a millones de personas en continentes enteros. Para salvaguardar sus sacrosantos beneficios, este puñado de grandes bancos y multinacionales no pone ningún límite: no dudan en organizar una obscena y criminal especulación alimenticia, o en desatar guerras imperialistas que acaban con la vida de millones de seres inocentes.
La crisis del capitalismo, sin embargo, también tiene otro aspecto. En todo el mundo estamos observando una profunda sacudida en la conciencia de millones de oprimidos que hará temblar los cimientos del sistema. Millones de trabajadores, de jóvenes, de campesinos se están preguntando hoy, ahora mismo, que sentido tiene mantener este sistema decrépito. La profundidad de esta crisis, que todos comparan con el crack de 1929, provocará efectos políticos proporcionales a los de aquellos años: una auténtica explosión de la lucha de clases en todo el mundo. Y en estos acontecimientos formidables, la juventud estudiantil ya está ocupando su lugar en la vanguardia de la lucha. En Italia, en el Estado español, en Alemania, en Francia, en Grecia, en Chile, en México, en El Salvador, en Marruecos...los jóvenes estudiantes están librando una dura batalla en defensa de la enseñanza pública, laica, democrática y científica, de sus derechos democráticos y de un futuro que merezca la pena ser vivido.
Pero los problemas de los estudiantes son comunes a los del conjunto de la sociedad. Como organizaciones revolucionarias de los estudiantes consideramos que nuestra lucha forma parte de otra más amplia, la lucha de la clase trabajadora por defender sus empleos, sus salarios, un presente decente para sus familias y un futuro digno para todos. La causa que provoca el cierre de empresas, la deslocalización, las privatizaciones, los topes salariales es la misma que privatiza la educación o la sanidad, que organiza la represión contra los trabajadores y los jóvenes que luchan. Es la crisis del capitalismo y la necesidad que tiene la clase dominante de arrebatar a los trabajadores cualquier porción de plusvalía que asegure su tasa de beneficios. Por tanto, la causa de los estudiantes es la misma causa que la de la clase trabajadora y, si esto es así, necesitamos unir nuestras fuerzas en un frente de clase para combatir los ataques de los capitalistas y las consecuencias de su crisis.
La lucha por defender el empleo, los salarios, los servicios públicos, los derechos democráticos...amenazados hoy por la crisis del capital, exige levantar un programa revolucionario y socialista. No hay salida para los problemas de los trabajadores y de la juventud en el marco del capitalismo. Todos aquellos que defienden un capitalismo de rostro humano, regulaciones y controles, al fin y al cabo no plantean la cuestión fundamental: en manos de quien está la riqueza que la clase obrera mundial genera con su trabajo, quien la controla y con que fines. La crisis del capitalismo significa una auténtica pesadilla y es absolutamente innecesaria. No hay justificación para la destrucción masiva de fuerzas productivas, de fábricas y puestos de trabajo, cuando la humanidad tiene tantas carencias, cuando miles de millones de hombres, mujeres y niños se debaten en una lucha cotidiana por la supervivencia, atrapados en una mar de miseria, desnutrición, violencia imperialista, prostitución y analfabetismo.
Hoy más que nunca es necesario organizar a la mayoría de la juventud de todo el mundo, y a la clase trabajadora, bajo la bandera de la revolución socialista, bajo las ideas de Marx, Engels, Lenin, Trotsky y Rosa Luxemburgo que han demostrado ser cien veces correctas. Sí, hay una solución a esta crisis, pero no es la de un capitalismo de rostro humano, mejor gestionado y más "ético". La alternativa esta en la lucha organizada de la clase trabajadora y la juventud, de todos los oprimidos, hasta conseguir la expropiación de los banqueros, de los grandes monopolios, de los terratenientes, y colocar la riqueza del mundo bajo el control democrático de la mayoría de la sociedad. Esta es la única alternativa realista, expropiar a los expropiadores, y construir las bases de una economía mundial planificada y socialista, dónde la lucha por el máximo beneficio, la propiedad privada de los medios de producción y el Estado nacional sea enviada al basurero de la historia. En estas condiciones sería absolutamente viable garantizar el pleno empleo, el derecho a una vivienda, a una sanidad y a una educación pública de calidad y, por supuesto, a la auténtica democracia, la democracia obrera. Sí, hay una alternativa para utilizar toda la creatividad maravillosa de la que es capaz el género humano y esa alternativa se llama SOCIALISMO MUNDIAL.
Las organizaciones firmantes de este manifiesto hacemos un llamamiento a todos los jóvenes estudiantes del mundo, a todas las organizaciones estudiantiles que luchan contra el capitalismo, a unir nuestros esfuerzos y levantar un frente único para combatir la privatización de la enseñanza pública, defender los empleos y los salarios. Asimismo nos comprometemos en coordinar nuestros esfuerzos de movilización y defendernos frente a cualquier ataque represivo contra nuestras organizaciones y contra el conjunto del movimiento estudiantil.
Organizaciones firmantes
Bloque Popular Juvenil (BPJ) de El Salvador
Comitato in difesa della Scuola Pubblica-Coordinamento Studentesco Universitario (CSP-CSU), de Italia
Comité de Lucha de Estudiantes del Politécnico-Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CLEP-CEDEP) de México
Juventude Revolução de Brasil
Sindicato de Estudiantes del Estado español
En el XIV Congreso del Sindicato de Estudiantes,
Madrid, 23 de noviembre de 2008.