Unas 35.000 personas se manifestaron por el centro de Londres el sábado 28 de marzo en una protesta combativa contra la celebración de la cumbre del G20. Bajo la consigna: "Primero el pueblo", los manifestación pretendía recordar la crisis económica a los líderes mundiales.
Claire Melamed, que habló en nombre de Action Aid, dijo: "Esta crisis financiera se está convirtiendo en una catástrofe humanitaria. Todos los días escuchamos historias de todo el mundo sobre cómo está crisis está volviendo todo en su contrario".
Estaban presentes todos los sindicatos británicos importantes, algunos acompañados con sus propias bandas musicales. Había una gran variedad de grupos de izquierda, los compañeros de Socialist Appeal tenían su propio cortejo al principio de la manifestación.
Había contingentes sindicales de Italia, Eslovaquia, Francia y Alemania, con consignas muy militantes que están de plena actualidad. Hubo otras manifestaciones en Europa, por ejemplo miles salieron a las calles de Berlín y Frankfurt.
La clase obrera está sufriendo los efectos de la recesión, en Gran Bretaña se espera que el desempleo alcance los 3 millones para finales de año. Muchas capas antes apáticas han entrado en acción porque la economía mundial está significando un ataque sobre el estado del bienestar y los salarios.
La tasa de paro este año es del 6,5 por ciento sobre el total de la población activa. Con la perspectiva de doblar las tasas universitarias, muchas personas están entrando en contacto con las ideas revolucionarias para encontrar una explicación de lo que está sucediendo.
La policía de todo el país se prepara para lo que califican como un "verano de rabia" en el que se esperan que las protestas se vuelvan violentas. Sin embargo, la manifestación del sábado transcurrió sin incidentes, a pesar de los intentos de la policía de dividir la manifestación.
Los compañeros de Socialist Appeal vendimos un gran número de periódicos y repartimos miles de panfletos. Esa tarde celebramos un acto en la Universidad de Londres donde el compañero Rob Sewell habló sobre la naturaleza de la crisis y la necesidad del socialismo. Defendió que la tendencia inherente del capitalismo es a sobreproducir, debido a la ausencia de una planificación económica responsable. Una economía planificada democráticamente por los propios trabajadores es la única alternativa, además de la acción de masas para defender los empleos y las condiciones laborales. Al acto asistieron varios activistas no afiliados y el ambiente era de entusiasmo.