Las manifestaciones vividas este pasado domingo, con cerca de 100.000 personas en Palma, 10.000 en Eivissa Vila y Maó y 500 en Sant Francesc en Formentera marcan un antes y un después dentro de una huelga de docentes que ha canalizado toda la furia acumulada y que ha movilizado el conjunto de la sociedad en contra del Govern, hasta el punto de minar toda su autoridad, dejarlo completamente aislado a merced de la dirección nacional del PP y preparando el camino para una gran división en el seno de la derecha balear.
Las manifestaciones disparan la autoconfianza del movimiento
Las manifestaciones de este pasado domingo, que se preveían muy grandes ya desde el principio, han sido amenizadas a lo largo de toda la semana por concentraciones de masas como la que se produjo ante el Parlament durante la votación del TIL y por numerosos actos lúdicos y culturales que han tenido lugar en todos los pueblos y ciudades de estas islas y que han teñido los balcones y las calles del color verde de las telas, pancartas y camisetas en apoyo a la huelga. El éxito de las movilizaciones ha venido precedido por un amplio despliegue de fuerzas que ha implicado al conjunto de la sociedad, fletando autobuses y aglutinando padres, madres, alumnos y profesores bajo enormes pancartas y bloques comunes de escuelas, institutos e incluso pueblos enteros que han preparado y acudido juntos a las manifestaciones.
El efecto que ha tenido la manifestación más grande que se haya dado nunca en Palma ha sido una dosis inigualable de autoconfianza, de alegría e ilusión. Se podía ver en las calles como se recuperaba la energía de las grandes movilizaciones de la transición, familias enteras cantando la Estaca y pidiendo a gritos la dimisión del Govern. Los sentimientos que se han desprendido han estado de euforia, de sentir el poder en sus manos y ser capaces de hacer retroceder el Govern, que a su vez se encuentra tambaleante y sin ningún tipo de autoridad.
Crisis en el Govern. El PP se resquebraja bajo la presión de las masas
La reacción del Govern ante la manifestación ha sido de desprecio, negando toda evidencia y volviendo a hacer mención de su "mayoría silenciosa". Pese pretender demostrar normalidad, las últimas subidas de tono de distintos diputados y Consellers, que han dado mil vueltas a los medios de comunicación demuestran su estado de nerviosismo, son conscientes de que ceder a estas alturas, después de tal demostración de fuerza y determinación del movimiento sería un estímulo de autoridad y de confianza por el movimiento, así como la aceptación de su bancarrota. Una victoria de los docentes sería una victoria de todos los trabajadores en lucha, que tomarían ejemplo y se verían alentados para llevar adelante sus propias huelgas, impulsado por la experiencia positiva y aprovechando la debilidad del Govern. Ante tal perspectiva, el Govern, consciente de que se encuentra en un camino sin salida, sólo le queda resistir e intentar "demostrar firmeza". Sin embargo, la presión es tal que está empezando a tener efectos inaguantables entre los peldaños más bajos del PP, lo que amenaza con la formación de una grieta entre la cúpula y sectores de la Part Forana, mayoritariamente provenientes de la pequeña burguesía con ciertas tendencias regionalistas y que recelan de la deriva españolista del partido, sumado a la creciente desavenencia generalizada de sectores de la pequeña y mediana burguesía hacia el PP. En las últimas semanas hemos visto múltiples ayuntamientos pasando resoluciones posicionándose en contra del TIL, contando con la abstención o, incluso voto a favor de varios alcaldes y concejales del PP, para cifrar algunos de los numerosos casos tenemos el alcalde de Sa Pobla, Biel Serra, el de Pollença, Bartomeu Cifre, quien votó en contra de la aplicación del TIL en pleno municipal o el de Alaró, Joan Simonet. Otros ayuntamientos, como es el caso de Santa Eugènia, Campos y Llucmajor han llamado "a la cordura" y a la "voluntad y necesidad de diálogo", instando al Govern a reconsiderar o "aplicar el TIL con más suavidad".
Todo ello hace prever el inicio de una fractura del PP entre una cúpula que no tiene la fuerza suficiente para mantener la cohesión y disciplina interna y una creciente oposición interna a la Part Forana que amenaza con seguir el fenómeno Pastor, alcalde de Manacor y diputado electo por el PP expulsado del partido por votar a favor del requisito del catalán para los funcionarios. No obstante, a diferencia de hace un año y en medio de una gran crisis de gobierno el PP demuestra su debilidad con su incapacidad de imponer "medidas ejemplarizantes" contra los alcaldes críticos. Cabe esperar, especialmente en los momentos de inminencia de las próximas elecciones autonómicas y municipales, que esta brecha se haga mucho más grande y se materialice en escisiones oportunistas de carácter regionalista que podrían acabar engrosando el PI de Font y Melià. Esto de facto implicaría mayormente una ruptura entre la gran burguesía hotelera, constructora y del ocio, más inclinada hacia el centralismo españolista del PP de Madrid y la pequeña y mediana burguesía de las islas.
Una victoria es una victoria de todos, una derrota, es la derrota de todos. ¡Es indispensable ganar esta lucha!
Las dos semanas de huelga indefinida de docentes en las islas han sido un ejemplo de como se lucha. La movilización ha recuperado las herramientas clásicas del movimiento obrero: asambleas masivas de centro, asambleas de delegados, caja de resistencia centralizada y en cada centro, solidaridad activa de padres, madres y estudiantes, combinado con movilizaciones masivas.
A pesar de todo, incluso después de la histórica demostración de fuerza del 29 de septiembre, el Govern de Bauzà continúa sin retroceder. El riesgo es que, a no ser que la lucha dé un nuevo paso adelante, superior, la presión económica de los descuentos salariales en la tercera semana de huelga indefinida empiece a minar la determinación de algunos sectores de docentes, sobre todo si no se ve una perspectiva de cómo ganar.
Es evidente que después de todo el empeño puesto en la lucha por parte de amplios sectores de la clase trabajadora, al fin y al cabo los que sólo nos podemos permitir estudiar en la pública, una derrota tendría efectos terribles y desmoralizantes para todos los trabajadores, jóvenes y estudiantes no sólo de las islas, sino los que en todo el Estado han estado viviendo la huelga con ilusión y simpatía. Asimismo el Govern presumiría de ser indoblegable y saldría reforzado ante la desmotivación de otros sectores en lucha. Todo esto tendría efectos negativos temporalmente para el conjunto del movimiento y debemos evitarlo a toda costa.
Por ello, ante la tercera semana de huelga, es indispensable extender la huelga al conjunto de los trabajadores. Hay que aprovechar tanto la crisis del Govern como los contactos hechos y la experiencia de organización conjunta de las manifestaciones con padres, madres y estudiantes para que impulsen asambleas en sus puestos de trabajo y en la universidad, contando con la participación de docentes, que expliquen su experiencia organizativa de los últimos meses y hagan un llamamiento al conjunto de la clase trabajadora y a las direcciones sindicales para convocar al menos una huelga general interprofesional de 24 horas en las islas.
Pero lo que está en juego en la huelga indefinida de docentes de Balears va más allá del marco de las Islas, y afecta a la lucha contra los recortes educativos y sociales del gobierno del PP en todo el Estado. Estamos ya en la tercera semana de huelga indefinida y aunque se han realizado algunas acciones de solidaridad (concentraciones en Barcelona, en las capitales de provincia de Andalucía, actos en Catalunya y el País Valenciano), la verdad es que es necesario extender de manera mucho más decidida la lucha al conjunto de la comunidad educativa en todo el estado. Es responsabilidad de las direcciones sindicales de la enseñanza, organizaciones de estudiantes y de padres y madres, organizar una campaña estatal de asambleas en los centros de estudio para explicar la lucha de los docentes baleares, con colectas para contribuir a la caja de resistencia. Una campaña así permitiría preparar, a corto plazo, una jornada estatal de lucha de la comunidad educativa en apoyo a la huelga indefinida, con concentraciones en todas las ciudades y pueblos del Estado, enviando un mensaje claro a Bauzà, Wert y Rajoy: la lucha en las Islas es la lucha del conjunto de la comunidad educativa en todo el estado!
Hay que aprovechar la enorme simpatía obtenida por las mareas verdes y amarilla en el conjunto del Estado, para que se unan a una convocatoria de huelga y caminar hacia una jornada explosiva el 24 de octubre que ponga en jaque a Wert, el Gobierno del PP y toda su batería de medidas reaccionarias, tanto las educativas como la LOMCE y las subidas de tasas como las que nos afectan a todos los trabajadores, jóvenes y estudiantes, jubilados y parados por igual como el ataque a las pensiones, los recortes en sanidad, las reducciones y congelaciones de salarios, la reforma laboral, la ley de aborto, así como todas las medidas a favor de la burguesía, la banca y las "grandes familias" de ese Estado que son los que han provocado la crisis y se están enriqueciendo a costa del sufrimiento de todos nosotros.