Ayer miércoles 10 de noviembre, la determinación de la clase obrera griega se dejó sentir a lo largo y ancho de todo el país. Desafiando las amenazas del gobierno de derechas, el movimiento obrero y sus organizaciones paralizaron toda la actividad económica de Grecia y celebraron manifestaciones de masas en las principales ciudades. La furia desatada tras el asesinato de un joven de 15 años por disparos de la policía, está convergiendo en un movimiento de masas, con un claro contenido de clase. Lejos de la destrucción vengativa de la propiedad y de los saqueos que han centrado la atención de los medios de comunicación de la burguesía, el movimiento de la clase obrera y de la juventud griega está mostrando su enorme potencial revolucionario.
La valentía de la juventud
El lunes 8 de diciembre, por la mañana, presenciamos un fenómeno no visto en Grecia desde la insurrección de diciembre de 1944. En todas las ciudades griegas un total de aproximadamente cuarenta mil estudiantes de secundaria, adolescentes de 15 años de edad, atacaron las comisaría. En Atenas, Tesalónica, Patras, Larissa, Corfu, Komotoni y en muchas otras ciudades del país, los estudiantes atacaron con determinación a policías armados y bien equipados dentro de las comisarías simplemente ¡utilizando piedras pequeñas, tomates y yogures! Sin nada de miedo, miles de adolescentes dieron un ejemplo de lucha heroica contra la brutalidad policial.
El gobierno Karamanlis tomó medidas inmediatas cerrando un días los institutos con la excusa del "duelo por el joven estudiante" muerto. En realidad, su objetivo era impedir que los estudiantes ocuparan los centros de estudio. El lunes por la noche el gobierno estaba reunido y los medios de comunicación informaban de que algunos ministros estaban proponiendo recurrir al ejército para mantener el "orden público". El gobierno ha anunciado oficialmente que ha rechazado cualquier sugerencia e insiste en el "camino democrático", mientras que al mismo tiempo Karamanlis anuncia una serie de discusiones con los partidos de la oposición para crear un frente común de "unidad nacional".
A pesar del resultado final y de la posición oficial, estas discusiones entre los ministros del gobierno son una advertencia seria para los trabajadores y jóvenes de Grecia de lo que puede ocurrir si en el próximo período no construyen una alternativa socialista al actual poder burgués corrupto y bárbaro.
El gobierno busca desesperado puntos de apoyo en la sociedad y esa misma noche, encontró un elemento muy útil entre los elementos semi-lúmpenes y desesperados que hacen el juego al gobierno con sus métodos inútiles. Estos grupos, aproximadamente unas 200 personas en total, mezcla de anarquistas, gamberros y también provocadores policiales infiltrados, en realidad destruyeron desde el principio la masiva manifestación de 25.000 personas convocada el lunes por la tarde por el Syriza, el KKE, los sindicatos de estudiantes universitarios y los profesores. Sin ninguna lógica política, estos elementos se dedicaron al saqueo, destrucción de pequeñas tiendas y bancos, quemaron "lujosos" Mercedes pero también motocicletas, quioscos de prensa y tabaco y domicilios particulares, también saquearon tiendas, robaron teléfonos móviles, relojes y otras cosas.
Ayer, martes 9 de diciembre, los estudiantes de secundaria y miles de personas se manifestaron durante todo el día por el centro de Atenas, después asistieron a un funeral de masas por el joven Alexandros asesinado unos días antes. Pero la policía, no contenta con asesinar a un estudiante, atacó provocadoramente a los manifestantes fuera del cementerio. Un grupo de oficiales de policía intentó aterrorizar a los manifestantes disparando en varias ocasiones al aire con munición real. Todas las escenas se pudieron ver en los canales de televisión y crearon una nueva gran oleada de furia contra el gobierno en toda la sociedad griega.
El gobierno ha intentado explotar este ambiente de "tensión" en la sociedad para conseguir desconvocar la huelga general del miércoles 10. Karamanlis hizo una petición oficial a los dirigentes sindicales para cancelar los mítines. Sin embargo, debido a la presión de la clase obrera, los dirigentes sindicales han tenido que rechazar la petición del gobierno. En el momento de escribir este artículo la clase obrera griega se moviliza en otro día de huelga general, la décima desde que Nueva Democracia llegó al gobierno.
La atmosfera en la sociedad griega es eléctrica. Los marxistas creemos que sólo la clase obrera en un frente único con la juventud, separado estrictamente de los métodos criminales de los elementos lúmpenes y gamberriles, puede derrotar al gobierno y a los empresarios. Están todas las condiciones para una gran victoria del movimiento y la caída de este gobierno. Se están acumulando las fuerzas mediante las cuales sería posible una transformación radical de la sociedad. Eso explica el crecimiento popularidad de todos los partidos de izquierda.
Lo que falta es una dirección con una perspectiva clara, una perspectiva genuinamente socialista que ponga fin al sistema actual que es la causa de la creciente pobreza y de la violencia estatal. La Corriente Marxista Griega está interviniendo en el movimiento y planteando consignas que corresponden con sus necesidades. Existe un vacío en la izquierda y lo que hace falta es una orientación clara hacia los partidos de izquierdas de masas de los trabajadores griegos y a la vanguardia de la juventud. Debemos defender un frente único de los partidos de izquierda, en una alianza con los sindicatos y organizaciones juveniles, cuyo objetivo debe ser derribar a este odiado gobierno reaccionario y desembocar en un verdadero gobierno de los trabajadores basado en un programa de expropiación de la clase capitalista. Esa es la única respuesta seria a los actuales métodos brutales utilizados por la clase dominante griega.
Source: El Militante