A menos de cinco meses para que Escocia vaya a las urnas para votar sobre su independencia, la campaña Mejor Juntos se encuentra en un estado de pánico ya que la brecha entre las dos opciones continúa reduciéndose.
Recientes encuestas de opinión, indican que el apoyo a la independencia de Escocia está subiendo y todo el impulso está con los nacionalistas. Una encuesta realizada por ICM para el periódico Scotland on Sunday muestra que el lado pro-unión ha caído cuatro puntos en el último mes al 42%, mientras que el apoyo a favor de la independencia ha permanecido en el 39%. Esto deja una brecha de sólo tres puntos entre los dos.
Campaña por el No: Una alianza impía
Teniendo en cuenta el rendimiento de la “Campaña por el No”, dirigido por una alianza impía del ala de derecha del Partido Laborista, el Partido Conservador y el Partido Liberal Demócrata , no debería ser totalmente sorprendente .
Le hacen el juego a Alex Salmond, quien explica la lucha por la independencia como una ruptura con la austeridad Conservadora montada por la élite de Westminster. El gobierno Conservador de Londres es un regalo del cielo para los nacionalistas. Thatcher nunca fue perdonada por haber tratado a Escocia como un campo de pruebas para el Poll Tax y otras políticas. Así, el aborrecido Primer Ministro británico Conservador, Toff Cameron, no puede ponerse al frente de la "Campaña por el No" por temor a espantar a la gente. En la década de 1950, los conservadores ganaron el 50% de los escaños en Escocia; hoy, ellos sólo tienen un escaso número de miembros en el parlamento.
Además, la campaña “Mejor Juntos”, dirigida por Alastair Darling no tiene nada que ofrecer más que una campaña negativa, llena de estadísticas y amenazas paternalistas. En resumen, los escoceses están siendo retratados como bueno para nada e incapaces de manejar sus propios asuntos.
La “Devolution Max”
En su desesperación, la "Campaña por el No" está empujando a la palestra a Gordon Brown, un supuesto peso pesado, para que intervenga en la campaña contra la independencia, el mismo hombre que perdió las pasadas elecciones para el Laborismo. Estas personas no ofrecen nada más que el Status Quo, Parte Dos.
Más seriamente, David Cameron había estropeado el referéndum desde el inicio. Pensó que estaba siendo inteligente, al negarse a permitir una tercera opción en la papeleta - La llamada Devolution Max o Verdaderos Poderes para el Parlamento escocés, en una Escocia dentro del Reino Unido - pensando en cambio que simplemente el Sí/No a la independencia sería suficiente para derrotar la causa nacionalista. Esta complacencia ha sido ahora completamente contraproducente, ya que se enfrentan a un desastre potencial. No es extraño que John Stuart Mill haya llamado al Partido Conservador el Partido Estúpido.
De acuerdo con la Encuesta de Actitudes Sociales escocesa de febrero, si la opción "Devolution -Max" hubiera estado en la papeleta electoral, habría recibido el apoyo de una gran mayoría. En cambio, ahora tenemos la posibilidad de que el Partido Conservador presida la ruptura del Reino Unido, lo que sería una debacle sin precedentes a su prestigio así como para la tambaleante envergadura de Gran Bretaña en el resto del mundo.
El Partido Nacionalista Escocés (SNP)
El SNP está dirigido por políticos burgueses de inteligencia inusual que se han pintado hábilmente a sí mismos como "socialdemócratas" a la izquierda del Partido Laborista.
La dominación del ala derecha del Partido Laborista en Escocia también ha jugado a favor de los nacionalistas.
Es evidente que el SNP es un partido capitalista "amigo de los negocios", firmemente aferrado al sistema capitalista, pero con capacidad de maniobra. Han echado por la borda la imagen del "Tory escocés" por otra mucho más radical, en un intento de atraer a la clase obrera. Pero el nacionalismo es un veneno, que busca dividir a los trabajadores en líneas nacionales.
Por la unidad de la clase obrera
Socialist Appeal no tiene nada que ver con el actual Establishment y sus intereses de clase. Nuestro punto de partida ha sido siempre los intereses de la clase obrera y la lucha por el socialismo. Si bien estamos a favor del derecho a la libre determinación del pueblo de Escocia, incluyendo el derecho a separarse, nos oponemos implacablemente al nacionalismo burgués, que trata de dividir a la clase obrera.
La independencia sobre bases capitalistas no va a resolver los problemas de la clase obrera, que se derivan precisamente de la crisis del capitalismo. Como James Connolly explicó a los que abogaban por la independencia de Irlanda, "aun cuando la bandera verde se alce sobre el Castillo de Dublín, Inglaterra seguiría gobernando a través de su capital".
Lo mismo sería cierto en lo que respecta a la independencia de Escocia. En cualquier caso, el capitalismo está en una profunda crisis en todas partes, lo que resulta en austeridad masiva y ataques brutales. El "Arco de la Prosperidad " del SNP se ha convertido en un "arco de crisis". Las divisiones en estados nacionales más pequeños no van a resolver nada, sino que sólo servirán para debilitar al movimiento obrero.
Podemos entender a aquellos que se sienten atraídos por la independencia por razones positivas y por un mayor control sobre sus vidas. Este es especialmente el caso de los jóvenes, repelidos por Westminster y por la política de austeridad de la Coalición. Sin duda, estamos a favor de una mayor autonomía.
Independencia sobre bases capitalistas
Sin embargo, la independencia sobre bases capitalistas será el peor de todos los mundos. Esta independencia se basaría en la Monarquía, la libra, los bancos británicos, bases militares británicas, la pertenencia a la OTAN y a la UE.
No va a resolver los problemas a que se enfrentan los trabajadores de Escocia, y servirá para socavar la unidad de la clase. La unidad de la clase obrera es esencial para el derrocamiento del capitalismo.
Una victoria por la independencia en el referéndum de septiembre se traduciría en un aumento del nacionalismo, lo que beneficiaría al SNP. Sería un golpe a la unidad de la clase obrera en todas estas islas, ya que el sentimiento nacionalista saldría a la superficie inevitablemente en el movimiento sindical y obrero.
La lucha por el Socialismo
Como marxistas, consideramos el desarrollo de organizaciones sindicales y políticas a escala británica como un avance histórico tremendo y nos oponemos con vehemencia a cualquier intento de revertir esta tendencia hacia la unificación de los trabajadores y del movimiento sindical y obrero por medio de fronteras nacionales. Estamos a favor de la unidad de la clase obrera de Inglaterra, Gales y Escocia.
Estamos a favor de la autonomía de Escocia, con poderes reales para poner en práctica las políticas socialistas, que necesariamente están vinculadas a la lucha de la clase obrera en Inglaterra y Gales, así como a nivel internacional. Estamos en contra de la independencia, no por ningún entusiasmo hacia el Reino Unido, sino por el deseo de establecer el socialismo.
Mañana habrá celebraciones del Primero de Mayo en todo el mundo para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores. Se celebra el internacionalismo y la necesidad de cuestionar el capitalismo global, que no tiene fronteras. Si vamos a luchar contra el capitalismo mundial, entonces no podemos recurrir al nacionalismo. El único camino a seguir por los trabajadores es la lucha por el internacionalismo, la solidaridad de clase y el socialismo mundial.
30 de abril de 2014