Las conclusiones que podemos extraer de nuestro análisis es que SYRIZA podría haber ganado las elecciones si la dirección hubiera estado equipada con el programa de acción apropiado en la campaña electoral y, sobre todo, si hubiera tenido la agenda política correcta. Sin embargo, también es cierto que lo que hemos logrado hasta ahora ¡no es en absoluto insignificante!
Esta es la primera vez desde el 24,2% conseguido por EDA en 1958, [EDA era entonces un frente político electoral del Partido Comunista, KKE] que un partido del movimiento comunista ha obtenido un porcentaje de votos tan alto en las elecciones, rompiendo una barrera histórica que revela que las ideas del verdadero socialismo tienen el potencial para convertirse en mayoritarias en la sociedad.
En unas pocas semanas, la clase dominante ha tenido que hacerse a la idea de la presencia de un fuerte oponente político y de que los trabajadores se han convertido en la fuerza política más poderosa que puede cambiar la sociedad. No debe permitirse que este verdadero gran paso adelante se hunda en palabras y sentimientos de frustración solo porque Syriza haya quedado en segundo lugar. Debemos basarnos en este gran paso adelante para fortalecer nuestra lucha y prepararnos para el poder.
Este no es el lugar ni el momento de derramar "lágrimas" o maldecir, especialmente a aquellos sectores de los trabajadores que no nos votaron. Los errores políticos que hemos cometido son muy claros de ver, y hay que corregirlos ¡La tarea urgente del momento es dedicarnos a la lucha para construir un Syriza de masas y revolucionario, como una herramienta válida en las manos de las masas para la transformación socialista de la sociedad!
Los resultados de los otros partidos
El fracaso de SYRIZA en conseguir la victoria fue una consecuencia natural de que el PASOK y la Izquierda Democrática (DIMAR) mantuvieran sus votos. Pero esto no se debió a la "dirección" de Venizelos o Kouvelis (los dirigentes del PASOK y de DIMAR), como los medios de comunicación burgueses han estado tratando de convencernos. Fue una expresión de la debilidad política de la dirección del SYRIZA y de su incapacidad de convencer políticamente a la suficiente cantidad de trabajadores y de capas de la pequeña burguesía para conseguir su apoyo y llegar el gobierno. Si la dirección hubiera presentado un programa socialista claro, entonces el voto del PASOK y de la Izquierda Democrática se habría derrumbado, el del primero a un solo dígito y el de la segunda a un nivel que habría significado no conseguir un solo diputado.
El PASOK, en comparación con los 41 escaños conseguidos en mayo, bajó a 33, y su voto en términos de porcentaje bajó al 12,28% frente al 13,18% anterior. Sus votos, en términos absolutos, bajaron a 755.832 en comparación con la cifra anterior de 833.527. Sin embargo, en áreas tales como el Ática (Atenas, El Pireo ...) se mantuvo en niveles desesperadamente bajos con cifras de un dígito del 7-8%, y se mantuvo por debajo de su nivel nacional en Salónica y Patras, y su tendencia a la baja fue también notable en otras ciudades del país. Todo esto demuestra que está acabado como el partido dirigente de las masas trabajadoras en el país.
La Izquierda Democrática, en comparación a Mayo, consiguió 17 escaños frente a 19, con un 6,26% respecto al 6,11% anterior, y con un número total de votos de 385.079 respecto a los 386.273 anteriores. Por lo tanto, la clase dominante pudo emitir un suspiro de alivio al ver la supervivencia de esta preciosa izquierda que servirá de "hoja de parra" para un gobierno que impondrá medidas de austeridad antiobreras. Sin embargo, ya que tanto la Izquierda Democrática como el PASOK desean participar o apoyar a un nuevo gobierno de la Troika y de la burguesía griega, verán cercenarse inevitablemente su base electoral. Con un programa diferente por parte de la dirección del SYRIZA, esto podría haberse logrado sin necesidad de que los trabajadores tengan que pasar por la dolorosa experiencia de una nueva coalición con el mismo programa que el de Papademos, pero bajo un nuevo primer ministro, Samaras.
Los Griegos Independientes revelaron signos de grave deterioro, lo que confirma que es un partido burgués oportunista demagogo, que trató de sacar provecho del ambiente "anti-Memorándum" en la masa del pueblo. En comparación con las elecciones de mayo sus escaños bajaron a 20 frente a los 31 anteriores, mientras que en términos porcentuales su votación bajó a 7,51% desde el 10,61%, y su número de votos bajó de 670.957a 462.456. Está claro que la clase dominante pondrá una enorme presión sobre los arribistas burgueses volátiles de este partido para que apoyen a un gobierno dirigido por Samaras y vuelvan a Nueva Democracia. Esta presión revelará, como fue el caso de Samaras, que ningún partido burgués puede honesta y coherentemente oponerse a la austeridad feroz de los Memorándums.
Por desgracia, el neo-nazi "Amanacer Dorado" ha demostrado ser especialmente resistente. En comparación con las elecciones de mayo consiguió 18 escaños en lugar de los 21 anteriores, sacando un 6,92% en lugar del 6,97%, y 425.000 votos frente a los 441.000 anteriores. A pesar de la exposición completa y pública de la verdadera cara de Amanacer Dorado en el reciente programa de TV que mostró al infame Kasidiari atacar físicamente a Liana P. Kanellis, esta formación fascista logró mantener sus votos. El declive irreversible de la extrema derecha LAOS, junto con la sensación de desesperación entre las capas políticamente más atrasadas y el impacto de la crisis capitalista en las capas de la pequeña burguesía, han abierto un espacio para los neo-nazis griegos. Las revelaciones de altos niveles de corrupción en el sistema parlamentario burgués, así como la creación de guetos de inmigrantes empobrecidos en Atenas y en otras ciudades importantes, ha dado la oportunidad a Amanecer Dorado de obtener beneficios electorales explotando una burda actitud anti-parlamentaria de la pequeña burguesía y de desempleados "lumpenizados", principalmente jóvenes, que no tienen memoria o experiencia de la Junta de los Coroneles de 1967-74, y menos aún de la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Esto significa que, por ahora, hay una fuerte corriente de la extrema derecha y del fascismo. Sin lugar a dudas, sin embargo, la corriente social más poderosa es hacia la izquierda y, especialmente, hacia Syriza.
Las docenas de ataques contra activistas de izquierda durante la campaña electoral enfatizan la necesidad de un frente de lucha unido de la izquierda y de los sindicatos contra los nazis. Sólo esa acción puede poner freno al creciente terror de Amanecer Dorado. Sus seguidores se sienten animados claramente después de su éxito electoral, e intensificarán su campaña de ataques contra los inmigrantes y también su violencia contra los activistas de izquierda. Los núcleos pro-fascistas dentro del Estado les proporcionarán una cobertura aún mayor. En última instancia sólo la más rápida llegada al poder posible de un Gobierno de Unidad de la Izquierda, que disolviera el aparato reaccionario y represivo del actual Estado y ofreciera un programa revolucionario para resolver los problemas de los desempleados y de la pequeña burguesía, puede aportar la solución para erosionar la base social de Amanecer Dorado y proveer de una instancia política donde sería posible ilegalizar a todas las formaciones fascistas.