La elección de Begoglio ha sido anunciada con bombo y platillo por las autoridades del Vaticano, la prensa burguesa latinoamericana resalta en sus encabezados el hecho de que el ahora Papa Francisco I es el primer personaje nacido en América Latina en ser electo el “sumo pontífice”. Sin embargo, Bergoglio carga tras de sí acusaciones de colaboracionismo con la dictadura militar en argentina durante los 70’s, entrega de dos sacerdotes de su propia orden a los militares y conservadurismo extremo, al grado de tildar a la legislación en torno a los matrimonios entre personas del mismo sexo como “una guerra contra Dios”. Su elección más que un signo de fortaleza y apertura de Roma es más bien el intento desesperado de refugiarse en un subcontinente donde se concentra la mayor cantidad de feligreses en el mundo, 501 millones en América Latina.
Jorge Mario Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina, es hijo de un matrimonio de italianos, Mario Bergoglio, empleado ferroviario y Regina Bergoglio. Su formación académica fue de técnico químico aunque finalmente se decidió por el sacerdocio. Para 1958 ingresa a la Compañía de Jesús, estando en Chile y España. Se le ha caracterizado como un sacerdote apegado al poder militar durante la dictadura y poco seguidor de las tendencias "innovadoras" dentro de la Iglesia Católica.
Bajo los anteriores parámetros el artículo presenta, en primera instancia, un primer acercamiento a la Compañía de Jesús y su historia en América Latina, en segundo lugar un recuento de la actuación de Bergoglio durante la dictadura militar en argentina para continuar con el contexto en el que se encuentra la élite católica ante la elección del nuevo Papa y finalizando con un recuento crítico de la polémica entre marxismo y la religión.
La Compañía de Jesús en América Latina
Fundada en 1540 por Ignacio de Loyola, la Compañía de Jesús, o los jesuitas, se ha caracterizado por ser un ala dentro de la Iglesia Católica con fuerte arraigo en la defensa de los pobres y oprimidos. En 1549 llegan al continente americano, a las costas de Brasil, para comenzar sus misiones de evangelización a lo largo del continente, destacándose particularmente en la defensa de los indígenas contra los abusos de la administración de los peninsulares en el continente.
Para 1767 son desterrados del continente por la corona española que veía un peligro inminente de la orden debido a sus raíces entre los indígenas y castas así como su apego a la defensa del Papado, en detrimento del deseo de la corona de fortalecer su dominio por encima de la Iglesia y el Papa. La orden es disuelta hasta que el Papa Pío VII decide restaurar la orden ante el influjo de la revolución francesa, las guerras napoleónicas y las guerras de independencia en América Latina.
Particularmente los jesuitas se han caracterizado en el continente por su labor educativa y de defensa de los desprotegidos, como por ejemplo, sacerdotes que participaron en la defensa de personas en procesos como las dictaduras militares en diferentes países del sur del continente (como el mencionado caso de Argentina) así como en los conflictos impulsados por el imperialismo norteamericano como la guerra civil en El Salvador, y fundamentalmente con una doctrina progresista surgida del continente, la Teología de la liberación, bajo la censura, por ejemplo, del Papa Juan Pablo II y del encargado de enfrentar y expulsar a varios sacerdotes de la teología de la liberación, Ratzinger.[1] A continuación analizaremos el actuar de Bergoglio como sacerdote y luego como autoridad eclesiástica en Argentina, lejos de parecerse a algunos de sus predecesores progresistas o contemporáneos combativos, el Papa Francisco es parte del ala reaccionaria de la Compañía de Jesús en el continente.
Begoglio en la dictadura militar argentina
Sin duda uno de los acontecimientos más reaccionarios y dolorosos del continente fueron las dictaduras patrocinadas por el imperialismo norteamericano el siglo pasado. La dictadura argentina que ocurrió durante 1976 a 1983 fue un proceso donde ante la posibilidad del avance revolucionario las fuerzas reaccionarias encabezadas por los militares argentinos, específicamente al mando del Teniente Gral. Jorge Rafael Videla y el Almirante Eduardo Emilio Massera,decidieron deponer a Isabel Perón y asumir el control del gobierno, iniciando sus actividades reaccionarias con la suspensión de la actividad política, la suspensión de los derechos de los trabajadores, intervención en los sindicatos, prohibición de las huelgas, disolución del Congreso, disolución de los partidos políticos, destitución de los miembros de la Corte Suprema de Justicia, quema miles de libros y revistas considerados peligrosos, censura los medios de comunicación y el inicio de una guerra sucia que incluyó detenciones arbitrarias, tortura y asesinato de opositores.[2]
Dentro de ese horrendo cuadro el entonces cardenal Bergogliojugó un papel importante en ser comparsa del régimen al permitir detenciones de sacerdotes de la propia compañía de Jesús, Orlando Yorio y Francisco Jalics, a quienes retiró apoyo para que los militares procedieran a su detención.[3] Posteriormente ambos sacerdotes fueron liberados pero no reconocen en Bergoglio a alguien que haya abogado por su causa sino más bien alguien que no movió ni un dedo no solo por ellos sino por otros sacerdotes y seminaristas también detenidos por los militares reaccionarios.
Adicionalmente las Madres de la Plaza de Mayo, aquél grupo de mujeres que ante la inacción de las autoridades por esclarecer las desapariciones de sus hijos decidieron organizarse e iniciar un movimiento para localizar a sus hijos y lograr el castigo contra los responsables de los crímenes cometidos durante la dictadura, acusaron a Bergoglio de hacer caso omiso de sus peticiones y complicidad en el secuestro de niños de desaparecidos por parte de los militares, en un documento difundido ante la decisión del gobierno de Carlos Menem de indultar a los genocidas las Madres señalaron lo siguiente:
"La Iglesia que se calló ante los crímenes aberrantes, la que participó activamente en la tortura de nuestros hijos, no es la iglesia del pueblo, la de los padres palotinos, Mugica y Angelelli".
"La que colaboró, la que nos mintió, la que nos dio la espalda es la Iglesia de Bergoglio y la derecha, la que apaña a los curas violadores, la que se queda muda ante el juicio aVon Wernich,pero vomita todo su odio cuando se habla de aborto",
Incluso el propio Videla, ahora condenado a 50 años de prisión, afirma que la Iglesia sabía perfectamente de las acciones ejecutadas por los militares.[4] Ese es el rostro verdadero del ahora Papa Francisco, un cómplice de las fuerzas reaccionaras que se escudó bajo la teoría de que en caso de no sostenerse la dictadura militar "su fracaso llevaría, con mucha probabilidad, al marxismo".
De las últimas acciones nefastas de Bergoglio antes de ser electo se encuentra el señalamiento puntual hacia las mujeres, en 2007, ante la elección de Cristina F. de Kirchner, señalando lo siguiente:
Finalmente, está el caso de su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo, denominando a la legislación impulsada por los Kirchner "una guerra contra Dios" y "una maniobra del diablo"[5], siendo señalado por la presidenta argentina como un ministro con una postura medieval.
La elección de Bergoglio, movimiento estratégico del Vaticano
A Bergoglio no se le consideraba como favorito hasta hace unos días, sin embargo, su elección lejos de ser signo de “suerte” se enmarca en la crisis profunda de un catolicismo golpeado por acusaciones de protección de pederastia, negocios turbios y enriquecimiento ilícito además de homosexualidad dentro de sus filas (sin que ello sea un crimen). Los siguientes factores resultan relevantes en términos de la decisión tomada por los 115 cardenales que han elegido a Bergoglio como nuevo Papa:
- América Latina es la región del mundo que concentra a la mayor cantidad de católicos en el mundo[6], la estrategia de fomentar un “patrioterismo latinoamericano” por la elección de un Papa del continente no está del todo descartada, particularmente por la peculiaridad de realizar algo parecido a lo hecho por Juan Pablo II contra la URSS (como el financiamiento del movimiento solidaridad de Lech Walesa), pero ahora aplicado contra los gobiernos de izquierda latinoamericanos, huelga decir que una estrategia similar fracasaría debido a que los gobierno emanados de la izquierda no son dictaduras, como la prensa burguesa busca mostrarlos, sino con gran apoyo popular donde un colaborador de una dictadura no tendría mucha cabida:
- Ante las acusaciones de crímenes cometidos por sacerdotes y el aparato eclesiástico y la renuncia de Ratzinger es necesario renovar la imagen de la Iglesia, algo que resulta realmente complicado con los antecedentes de Begoglio.
Veremos en los próximos días cuáles serán los primeros movimientos del Papa Francisco y sobre todo su relación hacia América Latina donde, por ejemplo, comienza con bastantes dudas y críticas, comenzando por el abucheo generalizado en su propio país.[7]
Nuevamente Marxismo y Religión
En numerosas ocasiones, desde la célebre frase de Karl Marx, “la religión es el opio del pueblo”, ha existido una polémica entre la Iglesia y el Marxismo. Huelga decir que el marxismo revolucionario no deja de reconocer el papel revolucionario de la doctrina católica en su momento, pero también ha señalado su caducidad y apego al poder de la burguesía. Particularmente en el hecho de ofrecer un consuelo en la tierra y un paraíso mientras que día a día sus feligreses sufren de la explotación y represión por parte del capitalismo.
Reiterando dicha posición, la intención del presente artículo es hacer presente cuál es el perfil del nuevo Papa y sobre todo su deleznable pasado. Ello no quiere decir que se plantea un reclamo a los feligreses, sino más bien al análisis de la Iglesia que es la cabeza de la doctrina, una institución por demás podrida. Haciendo alusión a la frase del Che Guevara, “si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante" sin importar si es católico o de alguna otra religión, pero sobre todo es necesario considerar los factores aquí expuestos ante la bancarrota de la iglesia católica.
Castigo para los culpables de los crímenes cometidos contra revolucionarios y el pueblo argentino, incluido si así se demuestra, Jorge Mario Bergoglio.
Nuestra solidaridad con el pueblo argentino y las Madres de la Plaza de Mayo que han dado una lucha tan larga pero sin descanso.
Justicia para las víctimas de las dictaduras militares en nuestro continente.
*El autor es miembro de La Izquierda Socialista, sección mexicana de la Corriente Marxista Internacional < http://www.laizquierdasocialista.org/>
[1]APF, Jesuitas latinoamericanos establecieron impronta de justicia, 13 de Marzo de 2013, extraído de http://noticias.terra.com.mx/mundo/america-latina/jesuitas-latinoamericanos-establecieron-impronta-de-justicia,c7ca03c5cb56d310VgnCLD2000000ec6eb0aRCRD.html
[2]La dictadura militar en Argentina. http://www.me.gov.ar/efeme/24demarzo/dictadura.html
[3]Verbitsky, Horacio, La llaga abierta, ¿Padre que hiciste tú durante la guerra sucia?, Página 12, 9 de mayo de 1999. http://www.pagina12.com.ar/1999/99-05/99-05-09/pag13.htm
[4]La Gaceta, Videla dijo que la Iglesia sabía de los desaparecidos. http://www.lagaceta.com.ar/nota/502025/politica/videla-dijo-iglesia-sabia-desaparecidos.html
[5]La carta completa de Bergoglio a las monjas carmelitas. http://tn.com.ar/politica/la-carta-completa-de-bergoglio_038363
[6]El Economista, Católicos en el Mundo. http://eleconomista.com.mx/infografias/2013/03/13/catolicos-mundo
[7] Urgente24, Militantes K abuchearon a Bergoglio y Cristina solo le deseó “suerte”. http://www.urgente24.com/211818-militantes-k-abuchearon-a-bergoglio-y-cristina-solo-le-deseo-suerte
Source: La Izquierda Socialista (Mexico)