En Dinamarca ha estallado una huelga muy combativa de basureros y se ha convertido en centro de atención de la lucha de clases en todo el país. Los empresarios en esta huelga intentan conseguir un ataque fundamental contra los derechos sindicales en general. El objetivo es romper la huelga y después lanzar un ataque más amplio contra los trabajadores de otros sectores. Hay mucho en juego para los trabajadores daneses.
En Dinamarca ha estallado una huelga muy combativa de basureros y se ha convertido en centro de atención de la lucha de clases en todo el país. Los empresarios en esta huelga intentan conseguir un ataque fundamental contra los derechos sindicales en general. El objetivo es romper la huelga y después lanzar un ataque más amplio contra los trabajadores de otros sectores. Hay mucho en juego para los trabajadores daneses.
Este artículo fue escrito originalmente a finales de octubre con relación a una huelga de basureros en las afueras de Copenhague. El huelga se ha convertido en un punto de referencia para todos los trabajadores activos de Dinamarca, aunque la dirección sindical haya abandonado a los huelguistas.
En los centros de trabajo daneses se está desarrollando un masivo descontento. Desde el inicio de la crisis los empresarios han lanzado un violento ataque. La lucha en HCS representa una expresión temprana de las frustraciones subyacentes que hay dentro de la clase obrera. También representa el comienzo de una mayor diferenciación en la clase. Los sectores más dinámicos de la clase obrera y los menos atados las tradiciones pasadas, están sacando rápidamente conclusiones bastante radicales.
Los marxistas daneses, aglutinados en torno al periódico Socialistisk Standpunkt, están interviniendo en la huelga. Los compañeros han editado dos ediciones especiales del periódico. También un joven artista de hip hop y conocido seguidor de la corriente marxista ha hecho un disco en apoyo a los huelguistas. Una prueba del éxito de esta modesta intervención se pude ver en que los huelguistas han hecho "suyo" el periódico y lo venden. También han reproducido el siguiente artículo en la portada de su página web. (Escuchar la canción).
Copenhague, 5 de noviembre de 2009.
Dondequiera que miremos, los empresarios están aprovechando la crisis con el objetivo de atacar los salarios y condiciones de los trabajadores utilizando los despidos como amenaza. Los ataques contra los salarios y condiciones laborales en la empresa de basuras HCS ha llevado a una huelga que dura ya más de 3 semanas. Los acontecimientos alrededor del conflicto de los basureros obviamente es parte de un intento coordinado de los empresarios de quebrar la confianza de los trabajadores. No debería haber ninguna duda sobre lo que ofrece el próximo período: ataques aún más duros a las condiciones y salarios de los trabajadores.
HCS representa lo que desean los empresarios: la posibilidad de contratar trabajadores sin acuerdos de negociación colectiva ignorando todas las regulaciones sanitarias y de seguridad. Eso es lo que realmente representa esta lucha: la defensa de los derechos que el movimiento obrero ha ganado a través de la lucha desde su nacimiento. Si los empresarios consiguen romper la huelga de estos trabajadores sólo será el primer paso. Intentarán utilizar los mismos métodos en un centro de trabajo tras otro. Por tanto, la lucha tiene relevancia para todos los trabajadores.
Por unas condiciones de trabajo decentes
El conflicto actual lleva mucho tiempo fraguándose. Los basureros llevan muchos años preocupados por su seguridad en el trabajo. La falta de zapatos adecuados, ropa decente y equipamiento para la limpieza de los camiones de basura está en el orden del día. "Toda esta basura es realmente tóxica", explica uno de los trabajadores. "Se filtra de los caminos que están bastante agrietados". Para limpiar dentro de los camiones los trabajadores disponen de ropa que no es resistente al agua, así que terminan empapados y sucios.
El trabajo en sí mismo es insano, no es mucho mejor cuando los trabajadores regresan a sus casas. Según las regulaciones sanitarias y de seguridad danesas, los empresarios deben proporcionar taquillas separadas unas para las ropas de trabajo de los basureros y otras para su vestimenta privada. Sin embargo, HCS ignora totalmente esta situación y los trabajadores tienen que guardar su ropa de trabajo sucia junto con las ropas con las que recogen a sus hijos de la escuela o la guardería. Este es sólo uno de los muchos casos en los que HCS viola la ley. En este momento hay unos 40 denuncias en los juzgados contra la empresa en los tribunales laborales y unas 200 que se han presentado ante la Autoridad de Entorno Laboral.
La dirección de HCS nunca ha estado interesada en cumplir las leyes. Habitualmente los basureros tenían que llevar varios sacos de basura en sus carros. Pero después decidieron cumplir la ley laboral transportando sólo un saco en cada ocasión. La dirección les pidió que trabajaran horas extras para cubrir toda su ruta. Les dijeron que si la empresa no violaba las leyes entonces no sería competitiva.
Respeto y diálogo
Al final, los basureros tuvieron que decir basta ya, según los trabajadores, la forma directa en la que les miente la dirección. Los trabajadores en lucha escribieron en su nota de prensa: "Los trabajadores han alcanzado un punto donde no hay absolutamente ninguna confianza en la dirección. Tienen dificultades para ver cómo todo esto se puede hacer para que funcione adecuadamente".
La dirección informó a los basureros que había alcanzado con acuerdo con el comité de empresa en el que se aceptaba el trabajo peligroso. Nunca existió tal acuerdo y el delegado sindical Ronni Larsen tuvo que ir a los centros de trabajo para decir que nada de eso había sucedido. Los trabajadores después celebraron una asamblea en la que pidieron a la dirección que explicará porqué había hecho esas declaraciones falsas. "Si la dirección hubiera simplemente explicado por qué, este conflicto nunca habría estallado", según dice Ronni Larsen. La dirección eligió no optar por el diálogo con los huelguistas y en su lugar les dijo que ya había anunciado que el paro iba en contra del acuerdo.
Que estas condiciones no hayan provocado antes el conflicto se debe a la falta de organización que anteriormente existía. Si alguien protestaba se le acosaba o despedía. No obstante, desde que estalló este conflicto para los basureros ha quedado muy clara la importancia de la organización y todos se han unido a la Federación Unificada de Sindicatos de Trabajadores Daneses (3F).
Los empresarios de HCS dicen con mucha frecuencia que la huelga va en contra de la negociación colectiva y que por eso no debería pararse. Eso nunca lo han negado los huelguistas. Pero también va en contra del acuerdo cuando el empresario no cumple con las regulaciones sanitarias y seguridad, que en primer lugar es exactamente lo que ha hecho estallar este conflicto.
Pero HCS no sólo engaña a los basureros sino también a los ayuntamientos. La empresa consigue que paguen por más basura de la que realmente recogen, lo que supone un mayor gasto para los contribuyentes. Además, los basureros nos han dicho que el propietario de HCS abre y cierra empresa constantemente. Muchas de éstas no tienen beneficios, al menos sobre el papel. En realidad, la situación es totalmente diferente porque el dinero va directamente al bolsillo de los empresarios. La dirección de HCS ha demostrado ser totalmente incapaz de dirigir la empresa y como tal deberían perder el derecho a hacer negocios en Dinamarca.
Los esquiroles socavan el acuerdo
Ahora han despedido a los basureros y otra empresa se ha hecho cargo de sus rutas. Tres ayuntamientos han contratado a esta empresa para liberarse de la basura acumulada durante tres semanas. El problema es que se trata de una empresa que es una subcontrata de HCS que emplea esquiroles contratados a una agencia de trabajo temporal.
"De esta manera HCS sigue recogiendo la basura y es totalmente inaceptable", dice Ronni Larsen. "Parece que hay un acuerdo secreto que obviamente no podemos aceptar. También sabemos que los trabajadores de la subcontrata cobran menos y que la empresa no se rige por los términos del convenio".
"Esto es una absoluta locura. Nada por lo que luchamos nos dan, ya sean zapatos seguros, ropas de trabajo... nada. Todo lo que se obtiene es un chaleco y después se les dice que entren en el camión", dice otro basurero. Y aquí estamos hablando de un vehículo diseñado para dos personas y donde se apiñan cuatro personas. "Dos personas sentadas y otros dos sentados en la parte trasera. No hay cinturones de seguridad. Es realmente peligroso".
Al principio la huelga "sólo" estaba relacionada con la empresa HCS. Pero ahora que han despedido a los trabajadores el conflicto ha adquirido un significado más amplio. Si el movimiento obrero acepta que los empresarios despidan a los trabajadores en huelga y los sustituyan por subcontratas que no respetan los convenios ni las regulaciones sanitarias o de seguridad, entonces toda la lucha del movimiento obrero se verá afectada. Los empresarios están utilizando el conflicto de HCS como una prueba. Si son capaces de conseguir sus objetivos en este conflicto, entonces podrán hacerlo en otras partes.
Lo que vemos aquí son ataques contra todos los trabajadores. SI los capitalistas tienen éxito en su ataque contra los antiguos trabajadores de HCS, entonces aplicarán los mismos métodos en cada centro de trabajo del país, uno por uno. Todo el movimiento obrero deje unirse en la lucha contra los ataques contra la negociación colectiva.
Bloqueo
Los basureros han optado por iniciar un bloqueo de dos plantas incineradoras en Copenhague, se niegan a recoger la basura de los camiones de la subcontrata ni pueden acceder a las instalaciones. Los trabajadores vigilan las entradas a las plantas, piden a los camioneros que den la vuelta y se dirijan a otra parte. La mayoría lo hacen. Se ha enviado a la policía para garantizar que al menos algunos de los camiones pueden pasar. La mayoría de las veces los oficiales han permanecido en calma y sólo ha habido unos cuantos episodios de enfrentamiento con los trabajadores, por ejemplo, cuando la policía intentó empujarles para echarles de la carretera. Pero el viernes 23 de octubre el delegado sindical Ronni Larsen y otro basurero fueron detenidos frente a la planta incineradora de Vestforbraendingen. La detención fue muy brutal y totalmente infundada. Es una atrocidad el arresto de un delegado sindical cuando hablaba a los trabajadores que están actuando como esquiroles.
El parlamento danés abolió en los años setenta el derecho a bloqueos durante los conflictos laborales pero eso no ha impedido al movimiento obrero utilizar esta arma contra los empresarios. La acción huelguística es el único poder real que tienen los trabajadores y el bloqueo en muchos casos es la única manera de garantizar la efectividad de una huelga. El gobierno burgués actualmente intenta ayudar a sus amigos, los empresarios, a través del llamado "paquete gamberril". Una de las nuevas medidas políticas en este paquete es multiplicar por cinco la multa por "obstruir el trabajo policial". Esto incluye los bloqueos laborales. Los partidos obreros deben desenmascarar el "paquete gamberril" como parte de la ofensiva de los empresarios contra los salarios y condiciones laborales, además de luchar contra su implantación. Si el movimiento obrero acepta los ataques contra los bloqueos, eso significará una apertura total de las puertas a los empresarios para el uso de métodos esquiroles.
Por lo que sabemos en el momento de escribir estas líneas el sindicato 3F está organizando actos de protesta contra las detenciones. Se trata de una decisión absolutamente correcta. Deben convocar un día de huelga en solidaridad con los basureros y en defensa de los derechos laborales. Sin embargo, no sólo deben implicarse los trabajadores de 3F, sino también los miembros de toda la Confederación Danesa de Sindicatos. Los ataques al derecho a huelga y los bloqueos son un motivo de preocupación para todos los trabajadores, no sólo para los miembros del 3F.
El conflicto es parte de una lucha más amplia
Es obvio que estos acontecimientos no son simplemente un conflicto entre la dirección de HCS y sus trabajadores. Los basureros son peones de un juego más grande. Cuando originalmente convocaron la asamblea, la dirección de HCS contactó con la Confederación Danesa de Industrias (DI, principal organización empresarial de las empresas más grandes de Dinamarca) antes de anunciar que los trabajadores aceptaban las condiciones miserables o si no se irían a casa. En otras palabras, los empresarios buscan la confrontación.
Los empresarios se han aprovechado de la crisis para atacar los salarios y condiciones laborales dentro de todos los terrenos laborales. La amenaza de despido ha llevado a muchos trabajadores a retroceder temporalmente. Los empresarios de la DI quieren demostrar de una vez por todas a los trabajadores que no es bueno quejarse de las pobres condiciones laborales y que las huelgas son inútiles. Quieren utilizar el conflicto de los basureros como una advertencia para el resto de la clase obrera. No es coincidencia que este conflicto estallara cuatro meses antes del inicio de la negociación colectiva y las negociaciones salariales municipales que la siguen. Lo que aquí vemos es un despliegue de fuerza por parte de los empresarios, preparándose para sus exigencias de congelación salarial (que significará reducciones salariales reales) o reducciones salariales.
Esto hace importante la necesidad de ganar la lucha. Los empresarios son conscientes de que la gente está aceptando sólo temporalmente la imposición de peores condiciones. Si aplastan a los "problemáticos" ahora y cierran los centros de trabajo con niveles más altos de organización sindical, entonces estarán en una posición más fuerte para futuros conflictos.
No hay duda sobre el hecho de que sólo es la primera oleada de ataques a los salarios y condiciones laborales. Los empresarios hablan constantemente de "restaurar la competitividad". El conflicto de los trabajadores de HCS demuestra exactamente cuál es el objetivo real de la patronal: la fragmentación de los acuerdos de negociación colectiva y las regulaciones sanitarias y de seguridad por las que lucharon los trabajadores.
Temblores en los sindicatos
Los trabajadores de todo el país están observando de cerca la lucha de los basureros de HCS. Poco después de la huelga, se eligió por primera vez un delegado sindical en HCS. La huelga, y el bloqueo que siguió, son importantes para la confianza de toda la clase obrera. En muchos lugares existe un sentimiento de que ya basta, pero también hay miedo al despido si se resisten a los ataques de los empresarios.
Al permanecer unidos los basureros de HCS han mostrado el camino. La unidad es la única opción, no sólo en los centros de trabajo individuales, sino en toda la clase obrera. Se están eligiendo como representantes de los trabajadores a los más jóvenes y vemos el ascenso de un ambiente nuevo dentro del movimiento obrero, una voluntad de luchar. Damos la bienvenida con los brazos abiertos a este proceso.
Lo que aquí tenemos son ataques a todo el movimiento obrero, por eso se debe plantear en todos los sindicatos y centros de trabajo el apoyo a la lucha. El sindicato 3F debe apoyar a los trabajadores en lucha, a nivel local y nacional. Debe contactar con los grandes centros de trabajo, invitar a los basureros a que hablen de su lucha, recoger dinero y pedir a la población que salga y ayuda con el bloqueo.
Si la lucha permanece aislada inevitablemente sufrirá una derrota. La única manera que tiene la clase obrera de ganar derechos es a través de la movilización. El ejemplo excepcional de los basureros de HCS debe ser seguido por el resto del movimiento obrero. Esta lucha no se gana asistiendo a cenas caras con los empresarios, se gana en las calles, a través de las huelgas, bloqueos y piquetes. Cuando es atacada todas las bases del movimiento de la clase obrera, como ocurre con los antiguos trabajadores de HCS, entonces la tarea de todo el movimiento obrero es movilizar en defensa de los derechos fundamentales de la clase obrera.
Por eso el 3F debe iniciar una huelga de solidaridad dentro todo el sector de la basura, tan pronto como sea posible. Se debe convocar una asamblea nacional de delegados donde se puede discutir la lucha y decidir un nuevo plan de acción y escalada de lucha, además de huelgas de solidaridad en la industria y el transporte. La Confederación de Sindicatos debe organizar estas asambleas, sino es la tarea de los delegados sindicales en los grandes centros de trabajo en caso de que la dirección sindical no tome esa responsabilidad. Los empresarios temen sólo una cosa: a la clase obrera unida. ¡Y por buenas razones! Si los dirigentes del movimiento obrero se atreven a avanzar y movilizar la enorme fuerza de la clase obrera, entonces la victoria es posible.
El Partido Socialista Popular debe trabajar para erradicar el despilfarro municipal
HCS está contratada como empresa privada por cuatro ayuntamientos, también es la propietaria de la planta incineradora Vestforbraendingen. Con relación a las elecciones municipales del 17 de noviembre, se ha llegado a un acuerdo entre la Confederación de Sindicatos y los partidos obreros: el Partido Socialdemócrata, el Partido Socialista Popular y la Alianza Verdi-roja. Una parte importante de este acuerdo con los ayuntamientos es detener las privatizaciones y contrataciones de servicios a otras empresas.
Se sabe perfectamente que las privatizaciones llevaron a ataques a los salarios y condiciones laborales, porque todo de repente se hacía en aras del beneficio. Podemos ver este efecto en el caso de HCS. Los ayuntamientos deben hacer frente al despilfarro y garantizar seguridad en el empleo y condiciones decentes para los basureros despedidos, además de retirar toda la basura acumulada.
Todas las agrupaciones locales de los tres partidos obreros, especialmente de los ayuntamientos afectados, necesitan discutir la lucha de los basureros e introducir el tema de la subcontratación en su programa electoral de las elecciones municipales. Además de la importancia de que los militantes del Partido Socialdemócrata (además de los militantes del SPP y de la Alianza Roji-Verde) presionen en sus respectivos ayuntamientos. Ningún alcalde de un partido obrero debería llamar a la policía contra los trabajadores en huelga. Todo lo contrario, el deber de los partidos obreros es estar en primera línea apoyando a los trabajadores en huelga y en otros conflictos.
El gobierno burgués es irresponsable
La externalización de servicios se podría terminar rápidamente. Pero ya se sabe que los municipios carecen de recursos financieros. Cada año el gobierno burgués ha ido recortando estos recursos. Por eso este conflicto está provocado también directamente por la política de recortes del gasto público que ha aplicado el gobierno. Y por esto también este conflicto laboral implícitamente es político. La externalización de servicios y el consiguiente empeoramiento de las condiciones laborales forman parte de los planes de la burguesía.
El movimiento obrero debe estar unido en la lucha para derrocar al gobierno burgués tan pronto como sea posible, además de luchar por la creación de un gobierno de los trabajadores, un gobierno que se atreva a desafiar a la clase capitalista y reclamar todo lo que ha perdido la clase obrera.
El Partido Socialista Popular anteriormente apoyó a los trabajadores en la lucha, entre otros ejemplos lo vimos en la huelga de funcionarios. Este éxito debe repetirse. El lugar del PSP está en primera línea de la lucha por los derechos de los basureros y de toda la clase obrera. Se debe llevar a cabo un plan de lucha por parte de la dirección del partido y las agrupaciones. Podrían organizar colectas, asambleas públicas con el objetivo de conseguir el máximo apoyo para los trabajadores. Los marxistas daneses de Socialistisk Standpunkt defienden a los basureros y a todo aquel que apoyo su lucha, además de luchar para que el partido presente un plan contra la externalización de servicios y el despilfarro en todos los ayuntamientos, en cooperación con los Socialdemócratas y la Alianza Roji-Verde.
* ¡Apoyo a la lucha de los basureros!
*¡Defensa de los convenios colectivos! ¡El 3F y la Confederación de Sindicatos deben apoyar activamente el bloqueo de los trabajadores!
* ¡Por la extensión de la huelga! ¡Convocatoria de una asamblea nacional de delegados sindicales!
* ¡En contra de la externalización de servicios, la mala gestión y todas las privatizaciones!