Las masas trabajadoras y los pobres de Sudáfrica derribaron el viejo odiado régimen del apartheid como una manera de mejorar sus condiciones de vida y laborales. En cambio lo que tenemos es un partido en el poder, el ANC, que fue creado por las masas trabajadoras que actualmente está aplicando una política que favorece a los intereses de los ricos. Esta contradicción se debe resolver y la única manera es que la clase obrera se haga cargo del control del partido que ellos han creado.
La armada sudafricana actualmente está participando en operaciones conjuntas con la marina norteamericana. Mientras tanto, la organización juvenil del ANC defiende la nacionalización de las minas. El Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudáfrica (NUMSA) defiende la nacionalización de la riqueza de los principales industriales de la minería negra, Patrice Motsepe y Cyril Ramaphosa, citando la obscenidad de su espectacular riqueza en medio del mar de pobreza que inunda Sudáfrica. 700.000 trabajadores (casi uno de cada cinco) han perdido sus empleos desde principios de este año, mientras que el gobierno hace concesiones para mantener a los capitalistas a flote. Y la militancia sindical sufre un rápido declive.
La clase obrera que forma la base del ANC y los militantes del PCSA (Partido Comunista de Sudáfrica) encabezaron protestas comunitarias e insurrecciones contra las estructuras de gobierno local del ANC. En una lucha concertada por los residentes obreros de Shakhile haciendo frente a las balas de goma, gas lacrimógeno y perros de la policía, finalmente consiguieron que la ejecutiva nacional del ANC y el gobierno tuvieran que destituir a los concejales corruptos de Standerton.
El presidente interviene para liberar a mercenarios capitalistas que se encontraban encarcelados en Guinea Ecuatorial mientras que combatientes por la libertad del PAC aún están en prisión, todo eso después de 15 años de elecciones democráticas.
10.000 sudafricanos se registran cada mes para conseguir asesoramiento por la deuda mientras que la elite adinerada alaba la frugalidad de los pobres en esta época de recesión (más bien depresión), es una lección valioso para los mismos pobres, y simultáneamente se quejan de la falta de demanda, incluido el crédito, que impiden la recuperación de la economía. Claramente les gustaría ver cómo sus bolsillos se llenan con la ayuda estatal y buscan un rápido crecimiento de las exportaciones y mayores márgenes de beneficio a costa de la clase obrera.
El COSATU (confederación de sindicatos) y el PCSA luchan para limitar los poderes del "neoliberal" ministro de planificación, Trevor Manuel. En contraste, las ideas burguesas del ministro Ebrahim Patel despiertan sospecha. El COSATU lamenta que Pravin Gordhan, el nuevo ministro de economía, se adhiera tenazmente a los fundamentos económicos de Trevor Manuel, es decir, control de la inflación y un rígido control de los tipos de interés a pesar de que el país sufre una dura recesión. El COSATU no comprende que el mandato "neoliberal" de Gordhan no procede de los votantes sino de la clase capitalista dominante. Por otro lado, los medios de comunicación burgueses y Billy Masetlha (antiguo responsable de la agencia nacional de inteligencia) avisa de que el PCSA y el COSATU intentan hacerse con el control del ANC, es decir, ¡de su propio partido!
Estas son todas las contradicciones cuando distintas fracciones luchan por el control del autobús del ANC. La razón es que hay distintos pasajeros que desean ir en direcciones diferentes y totalmente divergentes. Pero el que vende los billetes (los carnés del ANC) no tienen una idea clara del destino y de ahí la confusión de los pasajeros. La lucha por el control de un vehículo en movimiento es algo peligroso. A menos que alguien consiga realmente el control del volante, y encamine el vehículo hacia una dirección ideológica clara, el autobús con múltiples clases de viajeros puede que no llegue a ningún destino, o puede saltar por un acantilado con consecuencias desastrosas.
La clase obrera debe hacerse con el control de ese autobús echando a los burócratas y nacionalistas pequeñoburgueses del ANC para evitar así el desastre. Sólo abandonando la política contradictoria de clase de la actual dirección del ANC y dirigiendo el autobús a una dirección revolucionaria tendremos un instrumento útil que pueda presentar una alternativa socialista al sistema capitalista, este sistema que es responsable de todas las contradicciones que existen en la sociedad sudafricana y que es responsable de las calamidades que padecen los pobres y trabajadores de este país.