Europa

La contrarreforma laboral aprobada por el gobierno del PP representa el ataque más significativo contra  las conquistas laborales logradas por el movimiento obrero organizado desde la Transición (en materia de despido, salarios, condiciones de trabajo, negociación colectiva, precarización de la juventud...).

La crisis griega ha alcanzado el grado de situación pre-revolucionaria. El domingo vimos la mayor manifestación en la historia de Grecia. Cientos de miles de personas se reunieron ante el Parlamento de Atenas para protestar contra el acuerdo reaccionario. Aquí estaba la verdadera cara del pueblo griego: trabajadores y estudiantes, jubilados y comerciantes, jóvenes y viejos. Todos salieron a las calles para expresar su rabia.

La huelga general de 24 horas del martes pasado en Grecia - el decimosexto día de huelga general en los últimos dos años- puso de manifiesto por un lado el deseo de luchar existente en el seno de la clase obrera y por otro, una vez más, la ineficiencia de tales huelgas, que no son parte de una lucha más general, coordinada y a largo plazo.

A continuación, pasamos a relatar las principales medidas que aprobó el Gobierno del PP en la contrarreforma laboral ratificada el viernes 10 de febrero por el Consejo de Ministros. Este conjunto de medidas representan, sin ningún género de dudas, el ataque más significativo contra el movimiento obrero en las últimas décadas, e intentan eliminar una buena parte de las conquistas laborales logradas desde la Transición.

Republicamos este texto de Alan Woods originalmente escrito en 1997, pero que conserva toda su validez hoy en día en el contexto de la crisis capitalista en Europa. Como el autor señalaba en su momento, la Unión Europea bajo el capitalismo significa una política de austeridad permanente, una utopía reaccionaria. La alternativa no es ni la UE capitalista, ni salir de la misma dentro del marco del capitalismo, sino la lucha por los Estados Unidos Socialistas de Europa. 

El pasado 30 de enero las tres centrales sindicales belgas llamaban a una huelga general de 24 horas tanto en el sector público como privado. Es la primera huelga general desde el año 1993. El antecedente inmediato fue la huelga general del sector público del 22 de diciembre contra las medidas de austeridad del entonces recientemente nombrado gobierno del socialista Elio Di Rupo.

El principio de acuerdo al que han llegado los dirigentes de UGT Y COO con la Patronal es un gravísimo error. No supone una mejora para los trabajadores, al contrario, supone una pérdida de poder adquisitivo; no impide nuevas agresiones, ni impide las que están en marcha; y, desde luego, debilita nuestra posición antes los trabajadores y sectores en lucha, impidiendo una necesaria acumulación de fuerzas.

Margaret Thatcher es una figura odiada por millones de personas en Gran Bretaña: las que han sufrido los 13 años de su gobierno. Las que nos opusimos al thatcherismo hasta el final, nunca olvidaremos el desempleo masivo, los recortes, la privatización al por mayor y los ataques a los sindicatos, así como a nuestros derechos democráticos.

La última y “decisiva” cumbre-europea-para-acabar-con-todas-las-cumbres-de-la-UE-y-arreglar-la-crisis-de-la-zona-Euro-de-una-vez-y-para-siempre, ha fallado marcadamente en hacerlo—tal como todas las cumbres “últimas” y “decisivas”. Como en las reuniones previas, los mercados declararon completamente insatisfactorias los resultados de la misma. Estas reuniones de los mandatarios de la UE son ya una moneda completamente devaluada. Nada ha cambiado a excepción de que las contradicciones nacionales ahora son más agudas e insolubles de lo que antes ya eran.

El hasta ahora vicepresidente del Banco Central Europeo, Lucas Papademos, fue nombrado primer ministro griego. Estará a la cabeza de un gobierno de unidad nacional cuya tarea es implementar severas medidas de austeridad y convocar elecciones en Febrero. Publicamos aquí un análisis de los Marxistas Griegos sobre lo que esto significa para los trabajadores griegos y europeos.

Las manifestaciones de masas contra el fraude electoral están extendiéndose por toda Rusia, y alcanzaron su punto más álgido hasta la fecha, el sábado 10 de diciembre con 50.000 personas en Moscú y 20.000 en San Petersburgo, que han sido calificadas por los medios de comunicación occidentales como las manifestaciones de protesta más numerosas habida en Rusia desde los días de la Perestroika, a fines de los años 80 y principios de los 90 del siglo pasado. Este artículo de Alan Woods fue escrito dos días después de las elecciones rusas, antes de producirse estas manifestaciones de protesta, pero anticipa brillantemente la situación que está teniendo lugar, lo cual es sóo un pálido

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Más de dos millones de trabajadores del sector público se declararon ayer [el miércoles 30 de noviembre, nota del editor] en huelga. Eso equivalió prácticamente a una huelga general del sector público. En relación a cifras, la acción fue más grande que el "Invierno del descontento" en 1979 –más grande incluso que la huelga general de 1926.