La izquierda ha sufrido una durísima derrota en Madrid. Quien fuera señalado estos años por la reacción como el enemigo público número uno del régimen, Pablo Iglesias, abandona todos sus cargos políticos. La derecha festeja por todo lo alto e incrementará su arrogancia. La militancia de izquierda debe sacar las lecciones de todo esto. Como dijo el filósofo Spinoza, no se trata de reír ni de llorar, sino de comprender.