Europa

SYRIZA ganó las elecciones de ayer, que Tsipras afirma le dan un mandato para continuar en el camino que ya había puesto en marcha este verano; es decir, aplicar las condiciones dictadas por la Troika. Él, sin embargo, ignora convenientemente el detalle no poco importante de que su coalición de gobierno (SYRIZA-ANEL) perdió un total de 416.000 votos en comparación con el voto de enero.

Esta asombrosa victoria de Jeremy Corbyn, que lo convierte en el líder del Partido Laborista, representa un terremoto político de proporciones monumentales. Ha transformado el mapa político británico de arriba abajo. Cientos de miles de trabajadores y jóvenes, desesperados por la situación, están celebrando esta victoria en todo el país. Michael Meacher ha descrito correctamente la campaña de Corbyn como "el mayor vuelco no revolucionario del orden social".

Las elecciones del 24 de mayo dieron la victoria a candidaturas situadas a la izquierda de la socialdemocracia en las tres ciudades más pobladas del estado español por primera vez en nuestra historia contemporánea. Este hecho, que es un reflejo político de las extraordinarias movilizaciones sociales que se han dado en años anteriores, abrió la posibilidad de lograr en el conjunto del estado una alianza electoral de las fuerzas que se han opuesto a los recortes sociales de los últimos gobiernos del PSOE y del PP.

Horror sin fin. Mujeres y niños que mueren de asfixia dentro de un camión en el corazón de Europa; niños arrojados muertos a las playas del Mediterráneo; hombres y mujeres golpeados como animales por la policía en toda Europa o marcados con números, como en los campos de concentración nazis.

Un terremoto político está sacudiendo al Partido Laborista hasta sus cimientos. Una cifra sin precedentes de 610.000 personas está votando para elegir un nuevo líder. Las ramificaciones se hacen sentir en todas partes. El estado de ánimo de ira y amargura que se han acumulado en la sociedad estaba buscando desesperadamente una salida. En Escocia, encontró la salida en el Referéndum y el auge del SNP (Partido Nacionalista Escocés). Ahora la campaña de Corbyn por la dirección del laborismo ha actuado como un pararrayos para este descontento. Parece ser imparable, con Jeremy Corbyn en camino de ganar la competencia de la dirección del Partido Laborista.

La campaña de Corbyn por la dirección del Partido Laborista parece tener predilección por vuelcos de última hora. Corbyn sólo obtuvo los 35 avales necesarios de diputados para presentarse a las primarias dos minutos antes de que venciera el plazo. Y ahora, en las últimas 24 horas antes de que se cierre el período de afiliación, más de 160.000 personas han solicitado la membresía como militantes o simpatizantes para poder votar en las elecciones internas del partido. Nadie duda de a quien apoyará la mayoría de estos nuevos miembros.

Desde el 14 de agosto hasta el 10 de septiembre se elegirá al secretario del Partido Laborista de Gran Bretaña. Por primera vez votarán no solo los afiliados sino también los simpatizantes del partido, una novedad que está creando muchos problemas al ala derecha que lo impulsó para diluir el peso del voto militante. La candidatura de Jeremy Corbyn, diputado de la izquierda laborista, está catalizando la rabia y el descontento de muchos jóvenes y trabajadores y lidera las intenciones de voto.

El primer ministro griego Alexis Tsipras acaba de anunciar su renuncia. Ha perdido su mayoría parlamentaria y Syriza está dividida, donde el dirigente del ala izquierda Lafazanis ha anunciado la formación de un nuevo partido, Unidad Popular. En declaraciones en un discurso televisado anoche, Tsipras dijo que el gobierno de Syriza propondría su renuncia y convocaría elecciones. Tsipras dijo que los griegos todavía tienen luchas por lidiar, pero que Grecia está "decidida a honrar" el supuestamente último paquete de rescate ¿Qué significa esto?

A continuación publicamos el informe y análisis de nuestros compañeros de la Tendencia Comunista de SYRIZA, sobre la reunión del Comité Central de SYRIZA, celebrada el pasado sábado 8 de agosto, que se saldó con la victoria del ala pro-memorándum del gobierno. También se puede ver en nuestra página web el discurso [en inglés] que pronunció en dicha reunión el compañero Stamatis Karagiannopoulos, miembro de la Tendencia Comunista y del CC de SYRIZA.

Fue después de la medianoche del 15 de julio, cuando el Parlamento griego aprobó finalmente una ley general que contiene todas las "acciones previas" exigidas por las instituciones. La votación se encontró con huelgas, manifestaciones, una rebelión de 38 diputados de Syriza, y la oposición de la mayoría de los miembros del Comité Central del partido. Tsipras sobrevivió pero tuvo que depender de los votos de los partidos que aprobaron los dos Memorandos anteriores, por los que Syriza fue elegida para oponerse a ellos.

La mayoría del CC de Syriza (110 de 201) ha firmado resolución contra el acuerdo con los acreedores que consideran no "es compatible con las necesidades de las clases trabajadoras". Tsipras pierde el control del partido a pocas horas de la votación en el parlamento de las "medidas previas" exigidas por "las instituciones". Publicamos el texto completo de la resolución: 

El acuerdo impuesto a Grecia en la madrugada del 13 de julio tras una cumbre del euro que duró toda una noche sólo se puede describir como una capitulación humillante. En resumidas cuentas, Grecia ha entregado toda su soberanía a la troika a cambio de un nuevo rescate con duras condiciones y algunas promesas vagas de una restructuración de la deuda (pero no una quita de la misma) que tal vez serán estudiadas en un futuro. Este acuerdo no funcionará. Destruirá políticamente a Tsipras y a Syriza, y económicamente sumirá a Grecia aún más en la recesión. También ha revelado profundas fisuras en la Unión Europea.

Los votantes griegos han rechazado contundentemente las condiciones de un rescate internacional. El referéndum del domingo fue una bofetada a la cara de los banqueros y los capitalistas de la zona euro. El resultado final del referéndum, publicado por el Ministerio del Interior, fue de 61,3% para el "NO", contra el 38,7% que votó "SI". La mayoría de las previsiones de que el SI tenía una base en las zonas rurales, al final se demostró falsa.