Europa

Hace 25 años, el 10 de abril de 1998, se firmó el Acuerdo de Viernes Santo (GFA, por sus siglas en inglés). Se anunció nada menos que como el comienzo de una nueva época para el norte de Irlanda. El pacto, firmado por los gobiernos británico e irlandés, junto con sus arquitectos estadounidenses, embriagó de "éxito" a sus signatarios. ¡Se había hecho 'historia'!

El pasado fin de semana del 24-26 de marzo celebramos en Madrid el Congreso de la Corriente Marxista Internacional en el Estado español. Fue, en opinión de todos los presentes, una reunión magnífica, con un ánimo excelente y un elevado nivel de discusiones. Todos salimos conscientes de nuestras tareas y con más ganas que nunca de construir la organización.

El 53º Congreso de la CGT, realizado a fines de marzo, marcó un punto de inflexión en la historia de esta confederación sindical. Los 942 delegados se polarizaron entre una izquierda y una derecha, que se enfrentaron durante cuatro días. Sobre todo, la izquierda parecía más fuerte y ofensiva que nunca, aunque la derecha logró mantener el control de la dirección y colocar a una de las suyas, Sophie Binet, como secretaria general.

El martes (28 de marzo) se llevó a cabo otro día de acción para oponerse al podrido régimen de Macron, que la semana pasada forzó un aumento de la edad de jubilación en Francia. La lucha sigue siendo fuerte, evidenciada por los millones de personas que salieron a las calles.

Desde el comienzo del año, ha habido más huelgas en Alemania que durante mucho tiempo. Primero los trabajadores postales, luego los trabajadores del sector público, y ahora los trabajadores ferroviarios han tomado medidas. Las razones de esto son obvias: la crisis económica, el aumento masivo de los precios y las pérdidas en los salarios reales de los últimos años.

La utilización por el gobierno del 49.3 el 16 de marzo marcó un punto de inflexión en el desarrollo de la lucha contra la reforma de las pensiones. Esta aprobación por la fuerza por parte de la Asamblea Nacional fue visto, con razón, como un insulto y una provocación más -e incluso intolerable- por gran parte de la población.

Del 17 al 19 de marzo, cientos de camaradas de Socialist Appeal (la sección británica de la Corriente Marxista Internacional) se reunieron para su congreso nacional. El ambiente estaba lleno de optimismo, entusiasmo y dedicación, con un enfoque en la siguiente tarea: construir las fuerzas del marxismo en Gran Bretaña y más allá.

La utilización por el gobierno del 49.3 el 16 de marzo marcó un punto de inflexión en el desarrollo de la lucha contra la reforma de las pensiones. Esta aprobación por la fuerza por parte de la Asamblea Nacional fue visto, con razón, como un insulto y una provocación más -e incluso intolerable- por gran parte de la población.

El jueves 16 de marzo, por undécima vez en 10 meses, la primera ministra Élisabeth Borne invocó el artículo 49.3 de la Constitución francesa para forzar la odiada reforma de las pensiones de Macron sin una votación parlamentaria. Esto, sin embargo, no pasó desapercibido. En las horas posteriores al anuncio de la Primer Ministra, miles de personas se concentraron en la Plaza de la Concordia de París para denunciar la maniobra.

Casi dos meses después del inicio del movimiento contra la reforma de las pensiones de Macron, la clase trabajadora han vuelto a demostrar su determinación de lucha. El martes 7 de marzo, según los sindicatos, cerca de 3,5 millones de personas salieron a la calle en 300 concentraciones en todo el país. Se trata de la sexta jornada de movilizaciones desde el 19 de enero, con cifras récord.

La movilización contra la reforma de las pensiones en Francia entra en una fase decisiva. Todas las jornadas de acción desde el 19 de enero han confirmado la magnitud de la oposición a los ataques previstos por el gobierno de Macron contra las pensiones y, más allá, contra toda su política.

Desde la noche del 28 de febrero, la sociedad griega vive conmocionada por el accidente ferroviario más mortífero de la historia del país, y uno de los peores de la historia europea y mundial. Este terrible accidente, resultado de la negligencia del gobierno y de los operadores ferroviarios privados, ha provocado una gran indignación y fuertes protestas, así como huelgas de los trabajadores ferroviarios y otros sectores.

Desde hace varios meses, nos bombardean con imágenes sobre una supuesta e inminente escalada militar entre Kosovo y Serbia. Con la guerra de Ucrania como telón de fondo, se habla de la posibilidad de que se reabran viejas heridas.