El programa de gobierno anunciado, el domingo pasado, por el Primer Ministro no contenía el tipo de marcha atrás que la clase dominante y la Troika están buscando. El gobierno y SYRIZA deben mantener una posición digna y firme. Un enfrentamiento con la Troika y el capital es inevitable dado que no tienen deseo de negociar con el gobierno. Más bien, tratan de humillarlo, no dudan en socavar sus compromisos con el pueblo griego e incluso expulsar a Grecia del Euro. Por lo tanto, las importantes medidas que figuran en el programa del gobierno no pueden implementarse a menos que estén apoyadas sobre un programa socialista.
[8 de febrero de 2015]
El anuncio del programa de gobierno llevó una sensación de alivio y satisfacción entre los trabajadores y los sectores más pobres de la sociedad, ya que no contienen la retractación que demandan las políticas de austeridad de la clase dominante griega y la Troika.
Naturalmente, los comunistas de SYRIZA aprobamos las intenciones del gobierno de no ceder a los ultimátums provocadores de Alemania, y al intento del Banco Central Europeo de sofocar el sistema bancario griego. Celebramos el compromiso del Primer Ministro, en vista a la reunión con el Eurogrupo de este miércoles (11/02), que "el Gobierno no va a traicionar el orgullo y la dignidad del pueblo griego."
Sin embargo, hacemos un llamamiento al Primer Ministro y a los compañeros de la dirección del partido, a no tener ilusiones sobre la posibilidad de un acuerdo con los prestamistas que sea ventajoso para el pueblo griego, ya que las acciones de estos prestamistas han dejado muy en claro que todo acuerdo ulterior se basará en la humillación del pueblo griego.
Un enfrentamiento final con la Troika es inevitable si el gobierno quiere mantener su rumbo. Ante el temor de que la victoria electoral de los partidos de izquierda se extienda por toda Europa, la Troika no tiene intención de entablar negociaciones significativas en la reunión del Eurogrupo de este miércoles. Exigirá al gobierno griego que renuncie a su programa y una vez más se someta y cumpla con las políticas de austeridad previstas en el acuerdo del Memorando con la Troika. La Troika intensificará sus presiones sobre el gobierno griego, no dudando en seguir el ejemplo que estableció con Chipre en marzo de 2013, y está incluso dispuesta a expulsar a Grecia de la zona euro.
Lo que también es inevitable, si el gobierno mantiene su curso, es la confrontación con el capital que dicta la vida económica del país. Tras el anuncio del programa de gobierno el pasado domingo, lo que privaría efectivamente al capitalismo griego y extranjero de los beneficios que adquirieron en virtud de los memorandos en los últimos años, hay que esperar que ellos se involucren en una serie de prácticas hostiles contra el gobierno, incluyendo una huída de capitales y desinversiones.
Por lo tanto, en el contexto ineludible de un choque inminente contra la Troika y el capital, la única manera de financiar y cumplir las promesas contenidas en el programa de gobierno, es la cancelación de la deuda, la nacionalización del sistema bancario, y la implementación de un programa de nacionalización de las principales palancas de la economía bajo una planificación democrática y bajo control de los trabajadores en beneficio de la sociedad en general. La adopción y aplicación inmediata de un programa socialista es indispensable si queremos mantener una postura decidida y digna hacia la Troika, y defendiendo el programa con el cual el partido fue elegido.